A modo de curiosa gastronauta, ahora radicada en Buenos Aires, nuestra amiga periodista, melomana y bon vivant Milena Wetto, descubre estos sabores venezolanos en un espacio bonaerense que abraza y propone nuestra emblematica arepa como aporte a la enorme oferta gastronomica de esa cosmopolita y exigente ciudad. Como una exploracion nos atrevemos a obsequiarle esta nota de afortunada corresponsal gastronauta
Por: Milena Wetto
Para cualquier venezolano exiliado, encontrar un restaurant o cualquier comercio que le acerque poco o mucho a su terruño, es sentirse como el viajante del desierto al encontrar un oasis. A pesar del poco tiempo de mi destierro, ya empiezo a extrañar algunos sabores emblemáticos de mi país, como el plátano frito y la inmensa variedad de quesos frescos típicamente venezolanos. Por supuesto que la arepa entra también en este lote de añoranzas, aunque todos los que hemos salido de Maiquetía sin fecha concreta de retorno, seguro hemos sacrificado un kilo o dos de ropa y zapatos para sustituirlos por el equivalente en Harina Pan y darnos una que otra vez el gusto –y el lujo- de hacernos una arepa cuando la nostalgia apremia.