La naturalidad de lo sencillo, en ello radica la comida del Chef Carlos García. Una cocina sembrada en lo posible de lo nuestro. Una redimensión que le aplica a su vida, su cocina y su carta. Las vertientes de lo inmediato, cosechando el fruto de lo autóctono y reinventado sabores aprendidos. Una cocina que al pensar en su tradición y sus raíces le hace volver la vista hacia lo andado y el camino por venir. No conocí su cocina antes de la invitación que le hicieran de Slow Food al “Encuentro de Cocineros de la Alianza” en Toscana, Italia; y por lo que ha reconocido y comentado ya no serán iguales sus caldos y sazones. Su éxito internacional, el renombre y la trascendencia que comienza a labrarse en el mundo gastronómico internacional han hecho que su presencia sea requerida en eventos de la talla de la Gran Cena de los Chef en octubre de 2012 junto a los chef Massimo Botura y Gastón Acurio.
García viene construyendo en su Restaurante Alto en Caracas, una cocina más cercana a la calidez de lo saludable y lo justo, patrones armadores de la sustentabilidad de su propuesta inmediata también a nuestra tierra. Bueno es decirlo de una vez, la cocina de Carlos García nos conmovió. Y lo hizo porque su naturalidad y su humildad como ser humano y constructor de sabores se expresa en cada creación, cada plato.
Cuando conversamos con el chef García descubrimos también a un profesional preocupado por su entorno, por el ambiente y por los productores que abastecen su alacena. Por aquellos proveedores que acercan sus mercaderías a su despensa como también se interesa por los productores locales y emprendedores que en pequeña o mediana escala comienzan a surgir, respetando su ambiente y construyendo armonía entre su medio de producción y su sostenibilidad.
Toda esta sensibilidad e interés respira y se expresa en sus platos. No a modo de protesta, sino a modo de posibilidad, de alternativa. Porque entre otras cosas su cocina, labrada por más de 10 años bajo las influencias europeas y sabores catalanes, también ha sabido abrazar los ingredientes locales para casarlos con los sabores propios que saltan y se construyen en su cocina y su laboratorio. Un exitoso enamoramiento del que los comensales agradecemos sus creaciones y sus platos.
Al expresarle nuestras experiencias de acercamiento en la Isla de Margarita a los productores locales, artesanales, pescadores, cultivadores y emprendedores independientes que van desde los cultivos de calas, ajíes, tomates, rugula y berros hasta el reencuentro de los pescadores con peces como mondeque, picúa, cachua, medregal, malacho, erizos, cuinche, pulpos y otros especímenes de fácil y ancestral captura en nuestros mares, García nos expresa su deseo de venir a saber y conocer más de ellos, de su abastecimiento y en la posibilidad de contar con nuestros sabores insulares en su cocina. Incluso la asombrosa y olvidada cepa de cacao manzanillero que en incipientes y conuqueros cultivos aun se mantiene, forma parte de su interés por esta tierra margariteña y por estas experiencias que como tantas otras en nuestro país sean reconocidas y divulgadas para su sustentación y perdurabilidad, pero sobre todo para el crecimiento y evolución de nuestra gastronomía.
No es solo la puesta en servicio de una arquitectura agradable en el interiorismo de su restaurante, tampoco es una elegancia sobria y acogedora en la maderada estancia. Es una armonía también con la arquitectura de la mesa y sus componentes, el abrigo de sus espacios, mobiliario y manteles. Es la sobrecogedora permanencia del bucare centenario que protege la edificación, de la misma manera como acuna y anida la propuesta de García, metáfora encantadora de lo que estábamos por comprobar. Sus platos no impresionan, seducen; no son llamativos, enamoran; su cocina no es un espectáculo, es autentica y venezolana. Ha sido una de las mejores experiencias gastronómicas de mi vida.
VARIACIONES EN LA DEGUSTACION
En la nueva carta del Restaurant Alto en Caracas, se agrega el menú a base de cacao venezolano que el chef Carlos García llevo al “Encuentro de Cocineros de la Alianza” en Turín, Italia. Variaciones en esta degustación que va desde la combinación de sabores e ingredientes con la exploración de curiosas mixturas y alegres aciertos culinarios. Se mantienen clásicos de su cocina como su legendario Cochinillo a cocción lenta, el ya famoso ceviche y la polvorosa caraqueña. Vayamos plato por plato.
ENTRADAS
Restaurante Alto. Dirección: 1ª Av. con 3ª Transversal de Los Palos Grandes. Caracas, Venezuela. Teléfonos: (+58) 0212 286.77.48/284.36.55. Chef Carlos Garcia @carlosgarciaeq Mas información en www.restaurantealto.com @RestauranteAlto
Interacción del Chef @carlosgarciaeq @RestauranteAlto y @VictorMorenoC con @FerEscorcia en twitter acerca de esta reseña:
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