domingo, abril 15, 2012

RESTAURANTE EL ROCOTO (PORLAMAR) SE ESCUCHA SUBIR EL CANTO DE LOS SABORES

¡Qué sabor en el pan, qué fáciles los pasos, qué llevadero todo sabiéndote a mi lado,Amistad, cuánto gozo en tu apretón de manos!

Javier Sologuren

Entrar o salir de una cocina de la mano de los afectos es tan hermoso como entrar a los fuegos del mar abrazados a la posibilidad del eterno resplandor. Es conseguir la alegría del mismo modo que descubres en la plenitud de los innegables afectos del exilio la fortaleza del descampado para sembrar y ver crecer los hijos. Cuando se llega a tierra extranjera uno está dispuesto a entregar el relicario en su pecho, solo si es posible sustituir el puño de tierra que apretamos con memoria por uno nuevo donde sea posible soñar.

Así lo aprecio desde su llegada a nuestra tierra andina la maestra peruana Isabel Alva Portilla, trayendo un fardo de proyectos y esperanzas. Luego de sembrados los afectos y la familia, sus dos hijos Karen y Giancarlo profesionales y Descubriendo además una forma de ganarse la vida aportando a la arquitectura de la mesa guisos, preparados, creaciones y sabores que en tradición ya vivían en su cocina familiar.