Si algún tesoro descubrió MARGARITA GASTRONOMICA JUNIO 2012 fue, sin lugar a dudas, la reconexión y reacción de las comunidades con su identidad culinaria. Preciso es decir que MG no lo creo ni lo conquisto. Sencillamente lo revelamos y promocionamos en una oferta diferente para que el público neoespartano; citadinos, nativos y turistas apuntaran a nuestros sabores, ingredientes, productos y sazones.
A saber las ferias, eventos, festivales y concursos populares como eventos masivos en distintas localidades del territorio insular conto con una respuesta contundente, afirmativa y consecuente de todas las comunidades y visitantes. Se logro proponer una ruta turística diferente a la habitual de jolgorio, playa y derroche. Aquí lucio un mundo gastronómico que ha venido expresándose desde hace tiempo pero de manera desarticulada. Recién ahora y a propósito de este afortunado mes de Junio 2012, se comienza a construir un estructurado calendario de actividades y festividades gastronómicas insulares, al tiempo que comenzamos a anotar concienzudamente los productos y cosechas que construyen la despensa estacional margariteña.
Han sido actividades que se sumaron por efecto de esta programación inusitadamente extendida durante todo el mes de junio y que expresamente conto con una promoción nacional y regional sin precedentes, por lo que adicionalmente tuvo un impacto extendido en el territorio nacional, gracias a publicidad, redes y medios de comunicación, llevando hasta regiones alejadas nuestra cultura e identidad gastronómica con la marca-ciudad que se dejo colar entre propios y extraños, “MARGARITA GASTRONOMICA… Cómetela a pedacitos!”
En esta oportunidad abrimos el cronograma con actividades que buscaban reencontrarse con la esencia humilde y hospitalaria del margariteño, la entrega orgullosa de sus anécdotas, la relación sin ambages de sus recetas y secretos, la hermosa honestidad invencible que viene aderezada de su inocultable picardía oriental. Es en esas bases donde se ha asentado gran parte de la solidez de su carácter pero también la fortaleza de sus tradiciones y su cultura. Como reclamaba el cronista porlamarense Erwin Murguey en uno de los foros: “No se puede hablar de rescatar. Aquí nada está perdido.” Efectivamente, lo que buscamos es reconectarnos con nuestros productos, recetas, ingredientes y sazones para poder protegerlos, valorarlos, promoverlos.