Esta es una de las
características de esta cocina que Pilar Cabrera tiene para los asiduos y
exploradores comensales que vienen a su casa a enterarse o renovar los sabores
que arropa en su cocina. Una cocina 0 kms, porque ni siquiera debe salir a
buscar sus ingredientes y con ellos, muchas veces arma el Menú de Timbre que
sirve con la inmensa frescura de los mares guardieros. Cangrejos, caracoles,
chipichipis, guacucos, mejillones, pescados y mariscos que forman parte de la
despensa marina irrebatible son los ingredientes iniciales de esta
propuesta.
Pilar, averiguadora, inquieta y
conversadora, se acerca a sus proveedores, vecinos, peor, pescadores y
productores inmediatos, para conocer y palpar de cerca las características de
sus ingredientes. Cada uno ha sido tocado, procesado, olido y aprendido cada
detalle de sus posibilidades y potencial. Echando mano de sus herramientas y
conocimientos los incorpora al recetario mundial o les valora desde la cocina
tradicional margariteña. Otras veces reinventa o recrea platos con productos
autóctonos. Otras, se deja llevar por la creatividad desbordante de tanta
inspiración. Y no es para menos, cada amanecer con esta despensa a su alrededor
o los atardeceres desde su terraza pueden llegar a enamorar para olvidar los
compromisos o la rutina cotidiana.
Iniciamos con una delicada Tartaleta y mousse de erizos asados de Laguna de Raya. Luego de haber conocido al “trio de chamos cagrejeros” disfrutamos de las Cangrejitas “soft Shell” Guardiera. Luego saboreamos en concha salpicón de caracoles (Luongo y vaquita, entre otros) para dar paso a un tiradito de robalo y tomate confitado, de gran delicadeza y frescura. Luego avanzamos con el disfrute de Mejillón Gratinado, una ensaladita Guardiera de Mejillón, típica de la posada y finalmente el mejillón crudo, para apreciar diferencias de texturas, colores, sexo y conchas. Todo un aprendizaje de manos de los propios expertos.
Luego pasamos a la mesa del
comedor y con toda la tranquilidad y cautivante atmosfera, pudimos disfrutar de
un menú servido a 4 tiempos.
1. Un limpio y sencillo consomé
de Mejillones que seduce hasta los mas exigentes. Lo franco y natural de este caldo
nos deja apreciando lo hermoso de la cocina sin rebusques ni artilugios.
2. Dupla de Carpaccios: Avalones
con mayonesa de erizos y vegetales marinos deshidratados. Y Atún aleta
amarilla, pesto de merey y vegetales marinos. Polvo de kalamata. Acompañados de
una espuma tostada de harina de arroz. Técnicas, productos, ingredientes y sabores
combinados con maestría.
3. Risotto cítrico de Chipi
chipies. Mas que risotto, apuntamos a un asopado de chipichipis, a decir
rigurosamente por la técnica y el plato disfrutado. El chipichipi “esgullado”
uno a uno y con la conexión del ingrediente de proximidad.
Pilar Cabrera es una apasionada de nuestra cocina, nuestras recetas y su entorno. Mira y protege su mar, su ambiente y dedica tiempo a educar y sensibilizar a sus vecinos y toda la comunidad. Colabora en su atención alimenticia y regularmente dicta talleres y cursos para transferir conocimientos, técnicas y recetas para mejorar la dieta saludable de su vecindario. Es una fajada y como tal no descansa por involucrarse en la reconstrucción de nuestro espacio y nuestra calidad de vida. Una cocinera de estos tiempos en los que la calidad de su mesa también involucra la participación de su entorno. Mirar a su alrededor y estar en armonía con la bahía de La Guardia, que el mar te hable bajito y te acurruque cuando lo necesites. Que la mesa sea un aliento de la bruma del mar. Que la playa llegue a su mesa y traiga el divino canto de los conchales y ostrales ancestrales. Que en la mesa de Casa Mejillón se recomponga nuestro paladar y salga ahíto de placer reencontrando razones para el disfrute y el retorno. Pilar es sonrisa plena en la orilla del plato.
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