sábado, octubre 13, 2012

UNA NUEVA RUTA GASTRONOMICA EN LA ASUNCION


La capital de la Isla de Margarita no solo ha sido una referencia atávica en la construcción de los sabores insulares sino que también viene a dar muestras irrefutables de su presencia e importancia en el recetario margariteño. No solo en la incorporación de los productos locales y estacionales, variedad que incluso marcan una diferencia considerable con el resto de la geografía insular, siendo la capital del estado Nueva Esparta, también sus condiciones climáticas y topográficas le aseguran un acercamiento a la despensa inmediata bordeada de áreas agrícolas históricas, conucos, siembras domesticas y la arborización urbana y espontanea de la ciudad. Árbol de pan del ano, merey, mamey, cotoperiz, maco, pomalaca, jobito y tantos otros frutales marcan esta despensa asuntina histórica. Todo ello, al lado de los extendidos hornos panaderos y su profunda y arraigada tradición de producción y creación panadera de la Asunción que se retrata en la historia gastronómica del país.

Lamentablemente, por razones que no ahondaremos acá, la oferta gastronómica en esta zona de la isla no ha sido extendida ni profundizada. A no ser por puestos de tradicionales empanaderas de calle como la famosa María Paloma o Erenida Salcedo, algún kiosco de comida playeros o a orilla de carretera y otros tantos puestos de comida y restaurantes en los alrededores de la capital, es muy limitada la oferta gastronómica en La Asunción.
Por ello celebramos enormemente, no solo el arribo de dos escuelas gastronómicas a la capital del estado, sino que aplaudimos con efusividad la aparición de una oferta gastronómica que viene a impulsar y dinamizar este olvidado sector en el entendido de los beneficios económicos, sociales, culturales y turísticos que trae a toda la zona, deprimida inexplicablemente desde hace mucho tiempo.