La Isla de Margarita
ha venido convirtiéndose en una referencia de turismo gastronómico nacional en
los últimos tiempos, sin saberlo. ¿A quién no le han encargado un queso de bola
cuando viene a pasar unos días en la isla? ¡A cuántos no nos encargan alguna
bebida o licor de antigüedad cuando vamos a alguna reunión o paseo por el
territorio nacional? ¿Cuántos matrimonios en el país no han sido regados y
bautizados con los spirits de la oferta local? Las facilidades arancelarias
desde tiempos de la Colonia han determinado no solo las posibilidades
comerciales sino también con sus productos, ingredientes, condimentos y
especias reformulan, cambian o evolucionan las recetas y sabores. A todo ello
agregamos la inacabable oferta de licores que a través de los atractivos
precios siempre han terminado por elaborar una provocadora carta de caldos,
destilados y espumantes que son buscados por aficionados o catadores, por
propios y extraños. Es así como desde hace 10 años ha venido cambiando
consecuentemente la oferta gastronómica en la ínsula, afianzándose este
atractivo adicional e importante como destino turístico por excelencia. A saber
ya no solo aquella oferta de playas y comercio que seduce a millones de
visitantes, sino también la seguridad, las mesas y la generosa hospitalidad del
margariteño.
La carta internacional, los sabores del mestizaje, la popular oferta asiática, los exóticos gustos del medio oriente, unidos a los valiosos emprendimientos que se incluyen en la agenda turística de la Isla, han refrescado el panorama de los últimos tiempos. Aquí ha venido sosteniéndose los consabidos restaurantes a orilla de playa, incipientes ejercicios de la oferta culinaria familiar como el Trimar en Pampatar, quien inventó una manera de conjugar la primera posada con restaurante en la bahía, o las delicias de Dorina en El Tirano, o Cachicato en Porlamar o recordemos a Rómulo y Juana Castillo en su puesto del mercado municipal. Recordamos los ejercicios de mayor solidez en infraestructura, decoración y servicios como las ofertas del Hotel Concorde o la Av. 4 de Mayo y la Av. Santiago Mariño (¿quién no recuerda los restaurantes La Casa de Rubén en la Ray-O-Vac, Da Gaspar, Martin Pescador o Cheers, incluso Dugout en los 90?), con ellos se encaminó la palestra gastronómica hacia una cartelera culinaria sostenible y confiable desde el punto de vista comercial.
En Pampatar, luego
del surgimiento de centros comerciales como La Redoma, Rattan Plaza y Sambil
Margarita, cambió ya para siempre el panorama comercial y gastronómico
margariteño. Con el surgimiento de las primeras ferias de comida en estos
centros comerciales aunados a los restaurantes con cartas especializadas y de
profesionales cocineros se asentó, ahora sí, una consistente oferta de comida
contemporánea y variada, en espacios seguros, asépticos y pensados para el
disfrute y la alimentación de propios y extraños. Tobak, Entre amigos en Rattan
Plaza y el impertérrito A Granel.
Ha habido altibajos
en estos últimos 20 años. Han desaparecido verdaderos iconos de la gastronomía
local como Dugout, Utopía Café o La Langosta así como han deslumbrado tantos
otros que fugazmente derriten paladares y pupilas de comensales y visitantes
como Restaurante Tobak en C.C. La Redoma. Han ocurrido fracasos inimaginables,
derrotas que nos han dolido como si fueran las caídas de la Vinotinto. No
obstante también han aparecido rescates y negocios que han llegado ya para
siempre en nuestro paladar, como El Remo, Dolphin o Casa Caranta. Del mismo
modo, en el que la ultima movida gastronómica que invade el mundo y nuestro
país, ha vuelto su vista hacia la isla. Es la fiebre del Km 0 y el respeto a la
biodiversidad local de cada territorio. Este efecto, ha hecho que volvamos la
vista hacia nuestros productos locales, ingredientes propios y con denominación
de origen que dan una identidad propia e indiscutible a nuestros sabores y el
gusto profundamente margariteño de nuestros platos.
Ese refuerzo de lo
nuestro y lo local, que nos hace forjar caminos de pertenencia e identidad a
través del ají dulce y el tomate margariteños; los sabores casi perdidos del
pepino de monte, el jobo, el pan de año, la pomalaca. El rescate por la
identificación especifica de la infinita variedad de nuestra pesca local. Y si
vamos mas allá, entonces hurgamos en los recetarios y conseguimos
combinaciones, creaciones y platos emblemáticos de nuestra cocina, muchos de los
cuales reposan en la memoria gustativa del margariteño y del que tan solo la
cocinera Esther González ha rescatado más de 100 recetas, no bien recordamos
las que incluye el Maestro Ángel Félix Gómez en su libro "Historia y Antología
de la Gastronomía Margariteña", o los que el Chef Rubén Santiago repasa y
reinventa cada día en su restaurante que recoge en su volumen: “Vuelta a la
Isla en 80 platos”.
Efectivamente, hoy
son muchas las razones para ser optimistas. Cuatro escuelas que residen en
Nueva Esparta capacitan y sensibilizan a jóvenes y profesionales en el arte de
la restaurantería, el servicio, la cocteleria, la hotelería y el arte
gastronómico. De allí que anualmente sean cerca de una centena de profesionales
salgan a la calle con herramientas y conocimientos suficientes para seguir
creando y recreando nuestros sabores.
Muchos los
empresarios y productores que se han avocado a la siembra y cultivo de
productos locales. Otros los artesanos gastronómicos que han dado impulso a la
construcción de nuevos productos y sabores tanto como los que nos ayudan a
rescatar la dulcería local o la facilidad de las nuevas tecnologías y mercadeos
para traer frescos y seguros alimentos procesados y de fuentes naturales e
inmediatas a nuestra mesa: los productos marinos que en cantidades suficientes
y necesarias nos aporta nuestro mar Caribe; territorio, frontera y paisaje
signo de nuestra insularidad.
¿Quién duda hoy de
la calidad de nuestros productos, el agrado de nuestras recetas y la
satisfacción de nuestros platos y el placer innegable de nuestros sabores?
Hay que decirlo con
firmeza y claridad, Margarita ha iniciado un largo camino para proponer sabores
inolvidables en el espectro turístico nacional e internacional. Un
caleidoscopio de recetas, productos, despensa, nacionalidades, mestizajes y
recetas que nos hablan de una gastronomía pujante, vibrante, exquisita…
MARGARITA EN EL MAPA TURISTICO NACIONAL POR SU
GASTRONOMIA
Las
responsabilidades que ha logrado asumir el empresariado nacional y regional van
más allá de su entorno corporativo y comercial. Abarca una vanguardista visión
del mundo y su entorno, su ambiente y las responsabilidades sociales con su
comunidad mediata. Fortaleciéndose en la unión de esfuerzos para la
construcción de una nueva forma de ofrecer la isla de Margarita como destino
turístico dentro y fuera del país se impulsa una visión avanzada del empresario
que se relaciona e intercambia acciones con el colectivo sirviendo de puentes
para ofrecer no sólo confort y crecimiento económico sino que además se imbrica
en los lazos culturales y sociales para alcanzar justicia social y una más
justa distribución de las riquezas locales.
Ahora, ¿qué busca
Margarita Gastronómica con el impulso y soporte que da a toda la actividad
culinaria en el Estado Nueva Esparta?
-Busca consolidar la gastronomía ya no solo como
factor de aglutinamiento de características sociológicas y antropológicas, de
identidades y nacionalidad, sino también en la consecución de un tejido
económico robusto y sostenible.
-La extensión de una estructura económica que avance
en el fortalecimiento del crecimiento humano en armonía con el entorno
inmediato.
-La construcción de una oferta gastronómica que
estructure y solidifique a la Isla de Margarita como destino turístico nacional
e internacional sustentable, sostenible, abierto, solidario y justo.
-Y finalmente, aunque parezca ambicioso, indagar en la
posibilidad de alcanzar una mayor justicia social tomando como punto de
arranque los valores de identidad, desarrollo y evolución que le son inherentes
al ser humano.
En la búsqueda de
estos principios básicos se consolida también este programa de Categorización
de Restaurantes en el Estado Nueva Esparta. Porque en la medida que podamos
construir seguridad y responsabilidad en la oferta gastronómica, en esa misma
medida iremos consolidando un extenso tejido económico que vibra detrás de un
plato que llega a su mesa. Aquí están involucrados cientos de personas:
profesionales, obreros, emprendedores, propietarios, empresarios, cultivadores,
agricultores, pescadores, mercados, académicos, madres, hijos y turistas… en
fin, una lista imbricada de fortaleza y necesidad, que se consolida en la
medida que su movimiento crece y se dinamiza, trayendo crecimiento y evolución
natural.
Sabemos del caso de
países latinoamericanos como México, Colombia, Ecuador y Perú cómo han venido
cambiando sus parámetros apoyando el apalancamiento de sus estructura
económica, cultural y social en la actividad gastronómica y se han conseguido
milagros como en Perú donde ya la actividad gastronómica se convierte en una de
las más importantes en impulso, aporte al Producto Interno Bruto y crecimiento,
tanto como construye felicidades al dar oportunidades, evolución y progreso
abierto, incluyente y solidario. En la medida que la oferta culinaria sea
responsable, segura, amplia, sana y estable, estaremos construyendo uno de los
valores sólidos sobre los que se levanta un destino turístico: que sea
sostenible, sustentable y seguro.
Es en esa
estratificación objetiva y normativa que propone este Programa de Categorización
de Restaurantes que Margarita Gastronómica cierra filas, sentando las bases
para organizar el espectro comercial de la gastronomía. Asegurando servicios y
atención adecuada. Infraestructura de calidad, mobiliario de calidad y confort.
Y en estos tiempos, que garantice los medios de pago, reservación e interacción
propios de estos tiempos globalizados y entrelazados de redes, tecnologías y
servicios.
El resultado de esta
iniciativa viene a sentar entonces las bases para que empresarios, cocineros,
emprendedores, oficiantes, académicos, promotores y gremios se unan para
proponer una oferta gastronómica estable y responsable; manteniendo un discurso
amable y coherente ante propios y visitantes. Claro y unido, en el que todos se
involucren para rescatar el empeño de quienes soñamos con un país seguro, feliz
y organizado que seduzca al turista e involucre a todos quienes residimos en la
Isla de Margarita para relanzarla como destino turístico por excelencia.
Esta es otra bandera
posible para posicionar la Isla de Margarita en el mapa y el calendario
gastronómico de nuestro país y el mundo. El año pasado lo hicimos durante los
30 días de Junio. Podemos hacerlo durante todo el año. ¡Juntos podemos hacerlo!
MARGARITA GASTRONOMICA… ¡COMETELA A PEDACITOS!
Fernando Escorcia
Margarita Gastronomica
Martes, 11 de JUnio, 2013
Muy buen informe! Si quieren conocer sobre la cultura árabe, los invito a visitar la página de Annurtv, donde encontrarán mucha información valiosa! Se los recomiendo! Arte, cultura, religión, sabores de medio oriente y mucho más!
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