En reciente conversación con Rubén Santiago, le comenté que
en el futuro será recordado más por su aporte generoso y apasionado a la
materialización de Margarita Gastronómica (MG), que por la recreación del
Pastel de Chucho. Por la expresión de su rostro creo haberlo sorprendido, pero
a los pocos segundos ese mismo lenguaje facial reveló comprensión y
asentimiento.
Con MG avanza en silencio una verdadera revolución. Es una
revolución amable, pacífica, creadora; nada que ver con la atorrante,
pendenciera y destructora desventura que venimos padeciendo en el s. XXI.
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Manuel Antonio Narvaez @MANUELNARVAEZ
En reciente conversación con Rubén Santiago, le comenté que
en el futuro será recordado más por su aporte generoso y apasionado a la
materialización de Margarita Gastronómica (MG), que por la recreación del
Pastel de Chucho. Por la expresión de su rostro creo haberlo sorprendido, pero
a los pocos segundos ese mismo lenguaje facial reveló comprensión y
asentimiento.
MG es el resultado del empeño de un grupo de margariteños,
la mayoría navegaos, para posicionar la marca Margarita en el mercado turístico
y para crear un producto (el Mes de la Gastronomía Margariteña) que sirva de
atractivo para regularizar el flujo de visitantes en temporada baja. Como
objetivo trascendente se persigue la puesta en valor de la calidad y variedad
de los ingredientes, y de las técnicas, que caracterizan a nuestra cocina. En
síntesis, MG reconoce y celebra la tradición culinaria margariteña como factor
esencial de nuestra identidad cultural, y como pivote de progreso y bienestar.
Aunque con rezago en relación con otros destinos turísticos,
se inició el tránsito desde el enfoque de ventajas comparativas, hacia las
ventajas competitivas. Innovación social, encadenamientos productivos,
sostenibilidad, responsabilidad social empresarial, creación de valor
compartido; son los potentes conceptos que, de manera expresa o intuitiva,
están siendo utilizados para construir MG.
En el marco de MG, los y las mejores chefs de la Isla han
cultivado una fraternal complicidad. Han entendido que coopetir (competir
cooperando) asegura el mejor de los mundos: máximo beneficio individual y suma
creciente de bienestar colectivo. Ese mismo espíritu de entendimiento ha
cuajado en fructíferas alianzas (lamentablemente excepcionales en nuestro
polarizado país) entre gobiernos, empresas, gremios y comunidades organizadas.
Con MG avanza en silencio una verdadera revolución. Es una
revolución amable, pacífica, creadora; nada que ver con la atorrante,
pendenciera y destructora desventura que venimos padeciendo en el s. XXI.
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