ESCENARIO: HOTEL BELLA VISTA, ISLA DE MARGARITA
El espíritu de alegría y buena energía había venido tomando cuerpo en todos quienes abríamos esta posibilidad de asomarse a la gastronomía margariteña, redimensionada y releída por 6 chefs que residen en la isla. Habían pasado unos días en los que el pesimismo venía haciendo mella en la organización. Nunca es fácil hacer el montaje de una comida de alto nivel para que 200 personas lo hagan con gusto y calidad al mismo tiempo. Y es que como en nuestro país siempre dejamos todo para última hora, teníamos confirmadas la venta de apenas 90 entradas a 72 horas del evento. Esto echaba por tierra la posibilidad de sacar el mayor provecho posible a este descomunal esfuerzo que aun recibiendo el vital apoyo de la Alcaldía de Mariño aún debía contar con la taquilla para monetizar el esfuerzo aplicado.
Se sospechaba que 6 chef con sus egos
y requerimientos específicos era un reto que debía ser atendido pero la hermosura de este momento histórico fue más grande que las sospechas y las perspectivas personales. Al tiempo, otros miembros
de sus equipos que sumaban quizás unos 26 cocineros mas, a los que hay que
agregar los 42 estudiantes que cortésmente nos aportaron las 3 escuelas de
cocina de la isla, todos saben que es ardua tarea a la que hay que ponerle atención.
Sumemos más de 35 personas que ofreció el mismo Hotel Bella Vista y que
efectivamente fueron el soporte ideal para que esta Gran Cena de Gala se
convirtiera en un hecho histórico en nuestra ínsula.
Cada equipo resolvió sus
insumos aparte de contar con el gran apoyo de la empresa ISLAPESCA en la
provisión de mariscos y pescados solicitados por los chef. Ello garantizaba no
solo el mayor rendimiento de los recursos y la frescura de los productos requeridos.
En el caso de los avalones de El Bichar, la chef Pilar Cabrera y Niels Petersen
los obtuvieron directamente en la Isla de Coche obteniendo un producto
absolutamente idóneo y fresco. Los erizos que requería el chef Sumito Estévez
se convirtieron en un suplicio que él personalmente obtuvo para proceder a elaborar
una exquisita salsa de erizos que bañaría los churrascos de Dorado que en
porciones correctas y precisas había suministrado IslaPesca.