LA FOSFORERA: IDENTIDAD Y EXPRESION POPULAR.
Con una excelente asistencia de público se llevó a lugar la
2da. Feria de la Fosforera de Pampatar 2014. Fue una maravillosa experiencia
para confirmar que las comunidades entusiastas y activadas en torno a su
identidad culinaria, pueden hacer actividades de promoción y difusión junto a
los gobiernos locales, representados en este caso por la Comisión de Turismo de
la Alcaldía de Maneiro. De esta manera, se ha logrado mostrar no solo las
distintas versiones que de este caldo oriental pueden darse en esta localidad
tanto como otras versiones venidas de Macanao, La Asunción, Los Robles y hasta
de tierra firme. Hermoso ver las posibilidades de evolución de esta receta venezolana
conjugando la sabiduría popular con los avances de la cocina practica y
profesional.
Este encuentro de cocineros de oficio, cultores de la cocina
margariteña y los diletantes de los fogones le dio variedad a esta feria, que
es en definitiva parte de lo que uno desea para nuestro país: la unión de la
familia venezolana celebrando en torno a un plato en su mesa con las distintas
opciones para escoger en libertad y en armonía.
Se presentaron 25 versiones de este nutritivo y polémico plato
marino, 18 entraron en concurso y en la degustación y evaluación de ellos se
tuvo especial cuidado de cuidar los ingredientes, productos y pasos que la receta
tradicional indica abriendo el compás para que se expresaran las creaciones y
las innovaciones sensatas. Incluso explorando en las cultoras de los fogones insulares
secretos, ingredientes y misterios de su sazón, momentos curiosos y pintorescos
que nos llevamos de este feriado gastronómico. Por ejemplo, se aprecio una
fosforera que contenía más de 17 especies de mariscos y moluscos, dándole una
fortaleza en su contenido fosfórico y alimenticio. Otros osaron echar mano de
sus recursos de oficio y aderezaron con pimienta, aceite de oliva y jerez,
elementos que a todas luces variaron el resultado final del plato. Dato curioso
nos lo dio la Sra. Lérida de la comunidad de La Caranta en Pampatar, cuando nos
explicó que la utilización de la auyama como agente espesante del caldo más que
ello, procura dar la consistencia en sabor y potaje que sea digerible por los
mas chicos de la casa, tan esquivos a la hora de comer sopas o hervidos con
tantos “animalitos” en su plato. Cosas maravillosas puede contar uno de cada
feria o festival. Cosas sorprendentes que resaltan y destacan la hermosa
contundencia de la sabiduría popular.