Mucho se habla y se
escribe sobre la debilidad de nuestra gastronomía y de la poca presencia en los
restaurantes de las cocinas regionales. Y al cabo de viajar, revisar y visitar
locales en toda la geografía nacional uno no tiene más que decir que nuestra
cocina goza de buena salud. Entre otras cosas puesto que viejos diletantes de
nuestras recetas y los exploradores de nuevo cuño han venido dando
oportunidades a los sabores nuestros. Mucho más desde que la movida de
cocineros vuelve la vista hacia nuestras recetas y productos locales, luego de
ir al exterior a reconocer y entender que cada quien preserva, promueve y
defiende lo que de suyo hay en su fogón. Luego agreguemos la estampida de jóvenes
cocineros que llevando la bandera de nuestra cocina e ingredientes comienzan a
inundar la escena gastronómica mundial. Y finalmente, anotemos aquí, el
fenómeno que ha resultado la masificación de la cocina a través de los medios
de comunicación de masas lo que ha terminado por convertir a los cocineros
locales en héroes y cocineros-stars que mueven a otros cientos a buscar en las
ollas, fuegos y cuchillos una forma de conseguir reconocimiento y hasta la fama
en otros casos.
El tema es que efectivamente en esa revisión de las cocinas regionales, el profesor Rafael Cartay viene siendo un consuetudinario de la investigación y la promoción de nuestras recetas. Parte del trabajo que nos queda por proyectar es efectivamente los recetarios responsables y profesionales que preserven gran parte de ese acervo culinario que aun reposa en la tradición oral o los fogones familiares en cualquier rincón del territorio nacional. Por ello, cuando acudimos a cualquier ciudad o estado, valoramos los restaurantes, por pequeños y humildes que sean, pues en ellos seguramente esta resguardada una parte de nuestro patrimonio gastronómico. Ahora bien, me vengo preguntando hace mucho tiempo, ¿cuántos restaurantes existen en nuestras ciudades que presenten y brinden las cocinas regionales? ¿Cuántos en Caracas de cocina caraqueña?, ¿cuántos en Barquisimeto de comida larense?, ¿cuántos en Mérida y Táchira de la fulminante cocina andina? ¿Cuántos de cocina maracucha en las calles de la Tierra del Sol Amada? En este trabajo propongo una sencilla lista de 10 restaurantes que considero esenciales para acercarse a la cocina margariteña. Fundamentalmente porque en ellos reside un reservorio de valores culinarios: recetas ancestrales, contemporáneas y actuales; ingredientes locales de gran valor y que respetan la despensa insular y la producción pesquera en sus temporadas.
Adicionalmente en ellos comenzamos a ver reflejo de los productos
artesanales y escalables de los emprendedores gastronómicos locales que han
venido desarrollándose entre otras cosas por la dinámica propia que en el
estado Nueva Esparta se consolida gracias al trabajo de organización, promoción
y coordinación que lleva adelante la asociación civil Margarita Gastronómica.
Aquí encontraran
restaurantes consolidados, locales en mixtura con posadas, chiringuitos y
kioskos a orilla de playa. Emblemas y restaurantes inspiradores de la cocina
insular. En definitiva, en ellos reposa un legado culinario que tiende a regarse
y sembrarse en más de 30 restaurantes evaluados en toda la región que ofrecen
las maravillas diversas y exuberantes de la cocina margariteña.
LA
CASA DE RUBEN (PORLAMAR) Uno de los sitios más visitados en la isla de
Margarita para acercarse a nuestra gastronomía es este reducto del maestro
Rubén Santiago, averiguador y promotor de la culinaria insular, es difícil no
acercarse a esta casa que celebra nuestros sabores. Cuna del Pastel de Chucho y
la famosísima Ensalada de Catalana, este refugio donde se abraza la amistad y
la bonhomía de este viejo sabio especialista de la cocina margariteña, recibe
diariamente visitantes de todo el país quienes vienen a buscar consejos,
recetas y secretos, muchos de los cuales el maestro Rubén no se los niega a
nadie. “Hay un solo ingrediente que no te puedo dar y ese es el corazón que
llevo en el pecho que es con el que cocino todos los días. Ese ingrediente lo
pones tu”. Así despide a todos los amantes de nuestra cocina que abrazan al
maestro Rubén, premio Armando Scannone 2015 de la Academia Venezolana de
Gastronomía, en su casa que data de más de 30 años. Su rompecolchón en concha
marina o los avalones del Bichar a la manera de Rubén Santiago son dos entradas
que nadie puede perderse.
Restaurante
La Casa de Rubén. Final av. Santiago Mariño Porlamar /
IG: @casaderuben
LA CASA DE ESTHER (PEDRO GONZALEZ) A un costado de la iglesia del pueblo de Pedro González se encuentra esta vieja casona colonial, patrimonio cultural del Municipio Gómez y allí reside la cocina impecable, creativa y energética de la fortaleza hecha mujer que es Esther González. Esta genial cocinera se ha dedicado junto a su hija a defender los sabores, ingredientes y recetas que han conformado los paladares de los margariteños. Parte de los que han permanecido durante generaciones en los fogones de la casa de su abuela y su madre. De esos sabores, detenta la permanencia de su culinaria fundamental, no obstante, también redescubre y reinventa posibilidades de los mismos ingredientes. Allí el palagar (conocido popularmente en esta ínsula como Cochina) va a parar a un plato flotando en una exquisita salsa de cambur, papelón y ron. O quizás el mondeque (bagre) que en su gustosa pulpa se posa la crema de ají margariteño que tanto ha encantado exigentes paladares.
El tartar de caracol, vaquita y
erizos o el suflé de jojoto y cazón son algunas de esas creaciones que nos
deslumbran en cada visita. Sus cocteles y postres no pasan desapercibidos
tampoco, sobre todo su helado de papelón con mermelada de ají margariteño. Allí
esta un tesoro al que vuelvo con religiosidad como quien necesita purificar su
paladar. Esther es una mujer invencible y a ella le debo tanto por lo que amo
esta bella isla de Margarita.
Restaurante La Casa de Esther. Frente a la Iglesia de Pedro González /
IG: @lacasadeesther
Fotografía de Greley Villamizar @GMVR1405 |
CASA
MEJILLON (LA GUARDIA) Pilar y Niels. Niels y Pilar, son dos amigos quienes
han venido construyendo un mundo que reposa en su posada y en sus
emprendimientos. Su solidaridad y alma conectada a su ambiente inmediato, al
mar y a sus vecinos ha hecho que repercuta en su entorno, ya no para ser
amigables sino para sensibilizarlos para construir juntos un mundo mejor. Y eso
se descubre cuando luego de transitar una calle de tierra abrimos la puerta de
un paraíso que ya en TripAdvisor catalogan como la mejor de Margarita, donde
también apreciaremos una manera de defender sabores y recetas, refrendar
productos y proteger la identificación geográfica de los mejillones guardieros
que cultivan junto a sus cercanos en el emprendimiento socio-productivo Los
Mejilloneros de La Guardia. Su cocina es también referencia donde resaltan y
enaltecen los productos y recetas locales.
La degustación que brinda Pilar
Cabrera es apreciada por paladares como el del periodista y escritor Miro
Popic, la cocinera sucrense Tamara Rodríguez y la celebración de nuestra
coquinaria en los platos y manjares que disfrutó el Prof. José Rafael Lovera en
su visita. Es común tropezarse con platos basados en el longo (caracol
incrustado a los moluscos y bivalvos de la bahía), la vaquita (otro caracol) o
el sancocho de viudita (cazón). Siempre en armonía con las temporadas, la
estacionalidad y los productos inmediatos: frescos y vernáculos. La degustación
de mejillones es un verdadero deleite en varios tiempos; delicada, acertada y
correcta.
Posada Casa
Mejillón. Sector Brisas del Mar, detrás del cementerio de La Guardia /
IG:
@casamejillon
FRIOMAR.
EL RESTAURANTE DE LA NEGRA DE BOCA DE RIO (MACANAO)
Hace mucho tiempo
llegué a Boca de Rio, buscando a la Sra. Isabel Marín, sin dar con ella ni con
su restaurante. Volví a las semanas, pero en esa ocasión pregunté por La Negra
Isabel e inmediatamente me indicaron donde conseguir el restaurante Friomar, ventana
por donde me acerqué a los sabores primarios de la cocina insular. El carite
oreado con tajadas a la plancha, el cuajado de chucho o la ensalada de
cangrejo, son algunos de los platos en los que reside la sencillez y belleza de
su cocina. La Negra es una mujer de una ternura apabullante, su sencillez es
del mismo tamaño de su alma y me encanta tomarla de ese brazo inmenso como su
inocencia. Allí también descubrimos que sus quesillos son referencia regional:
de café, cambur o el legendario yaguarey (fruto del cardón) son sublimes y
correctos como el alma de esta mujer macanagüera.
Restaurant
Friomar. Detrás de la iglesia de Boca de Rio. Península de Macanao
EL
BONGUERO (JUAN GRIEGO) Desde hace más de 40 años este restaurante enarbola
la terca bandera de la culinaria neoespartana. En sus inicios El Bonguero, propone su oferta desde las recetas de
la tradición popular margariteña. Defendiendo y promoviendo el cuajao de chucho,
las tortillas de erizos, guisado de madre perlas y otra extensa ristra de
platos locales se ha convertido en una ventana para asomarse a lo más profundo
de nuestra gastronomía insular. El Sr. Rafael El Buho Cabrera (ya fallecido) y
la Sra. Carmen “Sanga” Marín han estado frente a este restaurante desde sus
inicios luchando contra lo comercial y lo fácil, insistiendo en la defensa de
lo nuestro y alentando a probar, disfrutar y promover nuestras recetas, única
forma de seguir defendiendo nuestra identidad y nuestro patrimonio.
Calle El Fuerte. Bahía de Juan Griego / IG: restaurant_el_bonguero
POLA
(PAMPATAR) La familia Luna en Pampatar se ha convertido en una zaga de
restauradores. Desde hace unos 30 años este restaurante a orillas de la bahía
de Pampatar (aunque su acceso sea por la calle…) es referencia de la
gastronomía insular en Maneiro. Sus platos servidos en abundancia y con
absoluta frescura garantizan la calidad de su gastronomía. Incluso su hervido
de pescado absolutamente margariteño, correcto y sabroso es una bandera
gastronómica a la que acudo con frecuencia. Pescados a la plancha, el pabellón
margariteño y su pastel de chucho también son platos para apreciar y anotar en
los favoritos.
Calle J.M. Vargas. Casco histórico de
Pampatar / @polarestaurant
EL
FARO DE LA ZAMORA (PORLAMAR) Este nuevo reducto de lo vernáculo tiene una
historia que le precede, pues surge de las manos de quienes han sabido desde
hace mucho tiempo emprender y apostar por nuestra cocina en los restaurantes y
locales que han fundado desde hace mas de 4 décadas. Se trata de Laurys Fermin
y Wolgfang Leandro, un matrimonio que desde hace mucho tiempo está ligado a la
cocina margariteña y a la movida musical y de espectáculos en la región, pues
el ya desaparecido Licho Fermín (padre) fue una figura resaltante de la movida
culinaria, un socialité a carta cabal, uno de los primeros bon vivant de los que
se tenga registro en esta tierra salitrosa. Pues Laurys y Wolfgang han sabido
defender nuestra cocina y las recetas familiares desde sus casas y fiestas y
ahora desde su pequeño restaurante ubicado en lo que fuera la antigua
residencia de Licho, en pleno centro de Porlamar. Apenas a unas pocas cuadras
del Mercado Turístico y Pesquero de Puna (mejor conocido como el Mercado de Los
Cocos), El Faro de la Zamora, se basa en varias tradiciones: la culinaria, que
como apuntamos se basa en lo propio y lo local; la música, pues Wolfgang no
solo es un músico de tradición sino que es un gran jodedor fundador de la Toros
Banda Show. Y de tradición popular en baile, danza, tradición y música pues las
cocineras de esa casa son patrimonio del municipio pues conforman el grupo Las
Guarichas de Punda que tanta alegría y felicidad ha dado a la representación de
nuestras tradiciones y costumbres en sus bailes. Todo eso junto, es el caldo de
cultivo perfecto (valga el término, literalmente) para que la cocina de este
local resalte por lo que nos ofrecen a diario: comida de mercado. Sus pescados
son traídos a diario de lo que la temporada, la pesca y la mar ofrezca en pleno
Mercado de Los Cocos. Allí he conocido platos como la cachorreta a la plancha,
churrasco de cochina, el bonito frito, el torito relleno, guiso de hígado de
mondeque, guisado de caracoles, hervido de madreperlas y ají margariteño, entre
otras maravillas. Una vez al mes invitan a un cocinero popular a preparar
exclusivamente La Frijolada con paticas de puerco que es inolvidable. Dato: El
Asopado de frutos del mar margariteño y El Marmiteño, que es un atún al estilo
vasco pero con guiso de ají margariteño.
Calle Zamora entre calle Libertad y
Arismendi. Porlamar / IG: @farodelazamora
TRIMAR
(PAMPATAR) Dice Ruben Santiago que Trina Miguelina Marcano (sobre quien
reposa la creación del nombre de este local) fue la pionera hace más de 50 años
quien levantó a orillas de la bahía de Pampatar no solo la primera posada de la
zona sino el primer restaurante formal de Pampatar, con una carta basada en
nuestra cocina popular. La Sra. Trina, con sus 95 años a cuestas aún lúcida y
alegre, defiende junto a Rubén el haberle dado algunos detalles y secretos para
convertir en un plato más comercial y apreciado por el público turístico y
residente de la isla el famoso y ancestral cuajado de chucho. Allí en este
restaurante, aunque en otras manos y cocineros, pervive algunos platos que es
imposible descartar cuando resaltamos la cocina insular: pastel de chucho, una
espectacular fosforera, pescados a la plancha y fritos, me encanta la asombrosa
calidad y talla de las ruedas de sierra canalera que ofrecen allí. También
resalto las huevas de pescado a la plancha, que desde siempre he sabido comer
gracias a la oferta que se mantiene con calidad en el restaurante Trimar.
Barrio Los Pescadores, bahía de Pampatar.
DORINA
(EL TIRANO) Hace unos 50 años llegaban al aeropuerto de Porlamar los
aviones de connotados banqueros, empresarios y gente del jet-set para que los
llevaran expresamente a probar las maravillas que preparaban en un chiringuito
en las playas de El Tirano. Y era precisamente la Ensalada de Langosta que solo
sabía preparar Dorina, otra aguerrida margariteña que con naturalidad y
distensión preparaba platos que lograron impactar exigentes y probados
paladares. Esa tradición pervive en el boulevard de esa playa en las manos de
su sobrina Tanya que mantiene el encanto y las maravillas de sus fogones.
Guisos, ensaladas, hervidos y pescados frescos son la seña de lo que Dorina nos
legó.
Playa El Tirano. Restaurante Dorina
EL
RANCHO DE CHAMACO (PORLAMAR) A orillas de la playa Bella Vista se encuentra
esta ranchería, que se erige como un
rincón donde se puede disfrutar la tradición culinaria de Nueva Esparta, de sus pescadores y de su gente a
orillas del mar. Descalzándose y relajándose, puede uno disfrutar de un hervido
de pescado y mientras te lo sirven degustar madre perlas y ostras frescas. Y
esto en pleno casco urbano de Porlamar. La naturaleza rondando a nuestro
alrededor, las olas y una vista en la que nos introducimos al relax de nuestra
hermosa isla de Margarita. En el Rancho de Chamaco se respira además la
distensión y picardía del margariteño, la hospitalidad y el invencible humor en
la atención, el servicio y la atmósfera, esquiva para muchos residentes de la
urbe que se amarran a los esquemas de la ciudad, el rigor de la urbanidad y se
olvidan de la buena comida margariteña a orilla de playa que se puede disfrutar
en cada momento.
Playa Bella Vista. Porlamar
AGRADECIMIENTOS:
Fotografía de Javier Volcán @jdvolcan
Estupendo artículo Fernando... detallado, explícito y hasta visual.. me faltan dos lugares por conocer!! Definitivamente como dijo Helena Ibarra MARGARITA ES GASTRONÓMICA... Felicito a ti y el el equipo de Margarita Gastronómica por el estupendo e incansable trabajo que hacen año tras año en pro de nuestra Isla... y que mejor excusa que la buena mesa. Un abrazo...
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