Con esa frase construida sobre la base de dos promociones
regionales, sostuvimos nuestra visita a Puerta Ordaz, atendiendo a una gentil
invitación del invencible cocinero y promotor gastronómico Juan Carlos
Sayalero.
El evento en esta ocasión fue ajustado a la realidad de
nuestro país. Y aun cuando contó con algo de la parafernalia propia que le
imprime Juan Carlos, no dejó posibilidad para permanecer absortos o
indiferentes. Lo más granado de la gastronomía nacional se dio cita para
promover los sabores de las regiones. De Caracas a Margarita; de Maracaibo a
Valencia; de Puerto Ordaz a Paria, de alguna manera este entusiasta de los
fogones y el abrazo fraterno entre los cocineros, como lo es Sayalero, logró llevar
hasta el sur del país a figuras como Carlos García, María Fernanda Di
Giaccobbe, Sumito Estévez, Rubén Santiago y Tamara Rodríguez. También se hicieron
presentes Nestor Acuña, Zoraida Barrios, Porfirio Garcés y Renato Lingstuyl, sin
contar con una buena corte de cocineros jóvenes que se vistieron de chaquetas
blancas para enaltecer las recetas de cada región. Allí estuvo Reisson Frioni,
Pedro Castillo, Carlos Hernández Coll y Karelia Rivero. Contemos también a la chocolatera belga de
gran influencia internacional como Chloe Doutre-Rousell y los chocolateros
venezolanos Giovanni Conversi y Víctor Millán.
Este evento contó con un emotivo acto de instalación en el
que por única vez pudimos saludarnos todos en una atmosfera de fraternidad real
y afectiva, reencontrándonos con gente de los fogones de distintas regiones del
país. Y allí, en torno a la piscina del hotel Eurobuilding en un atardecer
guayanes inolvidable también escuchamos las emotivas palabras de Maria Fernanda
Di Giacobbe a quien Sayalero quiso homenajear en esta ocasión.
Luego arrancó con el ciclo de cenas temáticas en el mismo
hotel en la que Carlos García y Pedro Castillo llevaron el cartel inicial,
junto a Tamara Rodríguez, Reison Frioni, Karellia Rivero, Giovanni Conversi y
Víctor Millán. La segunda cena, que se llevara a efecto el día sábado 9 de
julio, contó con otro plantel de primera y lo encabezó Juan Carlos Sayalero y
Nestor Acuña junto a Maria Fernanda Di Giacobbe, Pocho Garcés y Carlos
Hernández Coll.
Varios talleres giraron en torno al mundo del cacao y los
chocolates que resultó un gran atractivo y de valioso contenido como el Taller
de Bombonería que dictara la chef María Fernanda Di Giacobbe junto a Chloe Doutre-Rousell.
Otro de Tabletas saborizadas con Conversi y otro de embutidos y parrillas con
Hernández Coll y Lingstuyll que no se les ocurrió colocarlo sino a la hora en
la que debíamos irnos a chequearnos en el counter del aeropuerto.
Junto a cronistas, comunicadores y periodistas gastronómicos
tuvimos la alegría de encontrarnos. Vanessa Rolfinni, Rosanna Di Turi, Rubén
Darío Rojas, Ileana Matos y de Monagas Gourmet otro soñador Jorge Hernández con quienes cordializamos en el afortunado desayuno de sabores
guayaneses en Savoye Bistró de Karellia Rivero. Allí abrazamos a mi bella negra
y amiga Rosalexia Guerra de Libros El Nacional y mi hermano el editor Julio
Bolívar, a la fotógrafa Rosa Virginia Urdaneta de la Dirección de Cultura de la
Alcaldía de Chacao y a Inés Ruiz de la Fundación Fogones y Banderas. Todo esto
entre los sabores del morocoto frito, las arepitas de anis y el café con
sarrapia de este imperdible café vintage.
Fueron días de alegría y encuentro, en los que nos abrazamos
para seguir brindando por el país posible, que emprende y sigue creyendo en sus
poderes invencibles para lograr la mayor suma de felicidad de todos quienes
vivimos en el. Así lo confirmamos en la sencilla feria de emprendimientos
guayaneses que se desarrolló en el lobby del hotel Meru con esa fuerza viva de
la innovación y los empeñados productores artesanales que nos mostraron allí
sus potencialidades y sus impactantes productos. Otro ejemplo que me traigo de
Guayana Sabe Bien.
De Juan Carlos Sayalero es de quien trajimos más enseñanzas,
puesto que lo vimos como un motor que mueve amistades, contactos y soñadores
para hacer un evento que tenga repercusión nacional. Y con sus fallas y
falencias debe reorientarse y repensarse para ser el evento regional mas
importante del sur oriente del país. Allí converge una despensa inigualable,
productos, ingredientes y recetas inveteradas y ancestarles que inspiran y
comprometen a investigar y reconocer. Queda mucho por avanzar, la cocina
ancestral, viva y nuestra que permanece y se sostiene en Guayana es una parte
del ADN venezolano que necesita exploración y disciplina. Un evento que la
comience a desempolvar, a renovar, a valorizar y a conectarla con las nuevas
generaciones esta aún por promoverse. Sayalero ha dado los pasos mas
importantes hacia esa meta. Es también el compromiso de muchos de quienes
estuvimos allí, dar nuestro aporte para que pronto sea una referencia nacional
e internacional. Se que ese pequeño cocinero, pelao y de ojos saltados es un
dinamo que en su gran corazón también alberga la posibilidad de ver ese sueño
hecho realidad. Y sabemos que pronto lo lograra.
Sirvan estas pequeñas palabras para resumir mi visión y mi
visita. Sin ningún carácter periodístico ni social. Son las notas de algo que
me quedó en el pecho y es hoy cuando se las dedico a las personas que hacen
posible decirle a todo el país que GUAYANA SABE BIEN, sin duda.
leer una vez mas tus letras, en pleno desarrollo de Guayana sabe Bien 2017 me da fuerzas para seguir, una vez me dijiste hermano querido, si no te apoyamos no lo haces el próximo año, así que voy, fueron tus palabras Sumo a las que respondo gracias, aquí estoy te espero en Guayana Sabe Bien 2017
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