Al cumplirse el primer aniversario de la Ruta Turística y Gastronómica de
Yaracuy tuvimos la oportunidad de acercarnos a esa vía que consiguieron
posaderos, restauradores y emprendedores del estado para promover sus negocios
y propuestas. En torno a una
organización sin fines de lucro, llamada Asociación Civil de Prestadores de
Servicios Alimentarios del Estado Yaracuy, se reúnen un grupo mde estos amantes
de su terruño y con el soporte del instituto de turismo del estado Yaracuy
avanzan en la creación de una ruta que permita impulsar desde noviembre de
2015, una nueva forma de abordar las propuestas gastronómicas, los pujantes
emprendimientos, la insoslayable conexión con los valores de la cocina popular
sanfelipeña y el acervo histórico-turístico de la región. Uno de los baluartes quien tuvo a cargo la
curaduría de la ruta fue el historiador, chef y gastrónomo Juan Alonso Molina,
quien conectado con esta tierra que también es suya, elaboró un concienzudo
plan que han terminado por colocar a Yaracuy en la vitrina gastronómica del país,
como nunca antes lo había logrado.
Recuerdo que hace un tiempo, uno de los panaderos más sobresalientes de
las nuevas generaciones de amasadores del país, Nelson Suárez, me comentaba: -¡Es
que en este pueblo no pasa nada! A lo que inmediatamente yo le respondía:
-Pocho, no es que no pase, es que no se ve. Entonces hagámoslo visible. Y desde
ese tiempo, ambos cada vez que nos encontramos sea escuchando gaitas en San
Felipe o sea haciendo un taller de panes artesanales en Margarita, siempre
tenemos presente, qué hacer o cómo hacer para que esta región no solo atraiga
con su jacarandosa bulla si no que haga que permanezcan disfrutando de todas
las bondades de la culinaria local.