lunes, mayo 11, 2020

EN EL CASO VENEZOLANO NOS CUESTA VER EL COMPONENTE POSITIVO DE LA CRISIS


DESAFÍOS DE LA GASTRONOMÍA MARGARITEÑA en tiempos de coronavirus
SERIE: DESTINO MARGARITA
CAPÍTULO QUINCE: ESTADO Y PANDEMIA

A LOS NEOESPARTANOS NOS TOCA PROPICIAR LA NORMALIZACIÓN DE UNA SOCIEDAD QUE SERÁ MÁS AUSTERA, MÁS CORRESPONSABLE; O NO SERÁ.
MANUEL ANTONIO NARVAEZ
OFICINA DE PLANIFICACION Y PRESUPUESTO DEL ESTADO NUEVA ESPARTA

No creo que podamos medir de manera rigurosa y confiable la magnitud del desastre.
Entre los amigos y aliados de Margarita Gastronómica siempre hemos tenido una silla especialmente reservada al economista, intelectual y estadista Manuel Antonio “Toñito” Narváez. Desde sus espacios de sobriedad, reflexión y calma siempre ha aportados ideas y análisis que han arrojado luz y soluciones a los problemas que adolece el estado Nueva Esparta. Para nosotros es un inmenso honor contar con sus conceptos y cavilaciones para ir perfilando un camino de salida a esta crisis generada por la pandemia en nuestra Isla de Margarita. Su amplia y certera visión Política y de planificación del Estado le da más aún credibilidad a sus palabras que reúnen en la mayoría de los casos, las meditaciones y preocupaciones de quienes atesoramos la idea de una isla y un país mejor.

Pero como todo planificador y estratega, debe contar con elementos básicos sobre la mesa para hacer análisis, diagnóstico y propuestas. Por eso lamenta profundamente la carencia absoluta de cifras, mediciones y estadísticas ciertas, creíbles y reales. Al parecer de Narváez, “la información estadística que se ofrece, no sirve como herramienta de diagnóstico de la realidad, porque lo que se da a conocer no es más que manipulación propagandística”. Y va más allá, pues resalta que “destruir el termómetro no hace desaparecer la fiebre. No creo que podamos medir de manera rigurosa y confiable la magnitud del desastre, con lo cual será más difícil diseñar acciones eficientes para superarlo; pero todos conoceremos su gravedad porque, sin excepciones ni atenuantes, lo sufriremos en carne propia”.

En el caso venezolano nos cuesta ver el componente positivo de las crisis
Pero cómo cree Toñito que esta crisis pueda cambiar la percepción de la crisis, cómo puede ser ese cambio en el margariteño. Es allí donde nos aporta ideas para mirar lo propio con escepticismo pero sin perder la posibilidad de construir puentes, salidas.  No redunda a recordar a Kennedy, quien en uno de sus discursos, señalaba que “los chinos escribían la palabra crisis utilizando dos caracteres: uno de ellos significa peligro; el otro, oportunidad”. Y toma la idea del atolladero venezolano en el que durante dos décadas hemos visto destruir no solo buena parte de la institucionalidad sino “las esperanzas frustradas y oportunidades perdidas”: en el caso venezolano, luego de dos larguísimas décadas de esperanzas frustradas y de oportunidades perdidas, nos cuesta ver, como supuestamente hacen los chinos con facilidad, el componente positivo de las crisis, remata.
Y aun así atisba caminos de salida, la misma sabiduría asiática llama a no permitir que se cierre el sol a mediodía. Para Manuel Antonio, “la actual situación de descalabro, de desajustes y reacomodos, abrirá espacios al optimismo solo en la medida en que se concreten iniciativas en favor de un acuerdo nacional para diseñar y aplicar una política económica sensata, que permita resolver los problemas estructurales y de esa manera abrir espacio para el despliegue del potencial productivo de nuestro país”.
Y termina de resolver nuestra preocupación, apuntando a los caminos inmediatos: necesariamente hay que hacer los ajustes personales en cuanto a rutinas y expectativas, para sobrellevar sin traumas la inactividad forzada a la que estamos sometidos. Tales ajustes deben ser consistentes con el hecho de que muchas cosas en nuestras vidas no volverán a ser como eran antes de la pandemia.
MG- En este momento tenemos la convergencia de varias crisis en un mismo espacio y tiempo ¿Cómo se podrá impulsar el regreso a la normalidad en la Isla de Margarita?
MN- Cuando cesen las condiciones que perturban el flujo de las interacciones humanas y de los procesos sociales de producción, comenzará un ajuste progresivo a las nuevas circunstancias que dejará tras de sí el cisne negro de esta insospechada experiencia. En un país deshecho institucionalmente, fracturado emocionalmente y destruido económicamente, nos corresponderá a los neoespartanos asumir, además de las personales, la responsabilidad de definir y propiciar la “normalización” de una sociedad que será más austera, más corresponsable, más consciente de sus potencialidades y de sus limitaciones; o no será.
Para ello será necesario que la sociedad civil se fortalezca a través de organizaciones que sepan dedicarse a sus objetivos específicos y que sepan cooperar entre sí, en la Venezuela pos-rentista y pos-coronavirus. En este aspecto, la experiencia de modelaje y aprendizaje social producida por Margarita Gastronómica, es un activo valiosísimo.
Ya está claro que ningún gendarme bienintencionado, ni ningún caudillo mesiánico, servirán como solución. Un tejido social denso y bien tramado es indispensable para asegurar esa nueva normalidad. Demás está decir que también los partidos políticos deben ser mejores. Esa es la tarea que está a nuestro alcance, mientras llega el final de este régimen de opresión y destrucción.
MG- ¿Es posible que desde el punto de vista gubernamental se disponga de un plan guía para normalizar la adaptación de locales y establecimientos comerciales y de servicios así como apoyos para las transformaciones que deberán ser acometidas por hoteles, posadas, restaurantes, bares, cafés, centros comerciales, teatros y demás locales de auditorios medianos y grandes?
MN- Sí es posible. En todo el mundo se están diseñando políticas y protocolos específicos para enfrentar las consecuencias económicas de la pandemia y para abordar el desescalamiento de las medidas que restringen la movilidad de las personas, con el objeto de reactivar los procesos de producción, distribución y consumo de bienes. En Nueva Esparta, dada la situación de perturbación del orden institucional que genera la intromisión del comisario político, esa posibilidad puede concretarse más rápidamente a partir de la presión suficiente y adecuada por parte de los empresarios, grandes y pequeños, a quienes las actuales circunstancias afectan directamente.
Pero este tema debe ser abordado también desde una perspectiva de mediano y largo plazo. Puesto que el turismo -eje fundamental de la economía insular- es uno de los sectores más afectados por la recesión económica provocada por la Covid-19, es imperativo que quienes ejercen responsabilidades a todos los niveles de gobierno y las organizaciones empresariales de nuestra región, definan y apliquen, bajo el enfoque de la gobernanza, acciones coordinadas que reactiven el crecimiento e impulsen el desarrollo turístico sostenible.

LUIS EDUARDO RODRIGUEZ
PRESIDENTE CORPOTUR MARAGARITA
Desde los inicios de nuestra organización el Lic. Luis Eduardo Rodríguez ha estado atento a las actividades de nuestra organización pero más aún al impacto de nuestra programación y la consecución de objetivos desde el punto de vista turístico. Desde el sector privado y ahora en la dirección de Corpotur Margarita viene articulando acciones que desde el punto gastronómico y turístico se entretejan con los objetivos del plan de turismo sostenible que da eje transversal a la gestión gubernamental  del estado. El presidente de Corpotur ha puesto en relieve una realidad, y es que la incidencia de la pandemia en la entidad se traduce en una parálisis de casi 90% en la industria: hoteles, líneas aéreas, recreación entre otras áreas.
En su cercanía al sector turístico no deja de expresar su inquietud por el impacto social, económico y social de la pandemia. Un impacto devastador, lo califica al tiempo que advierte de las dificultades del proceso de  transición a la normalidad que lo supone lento y progresivo. En ese sentido, advierte: “Los tiempos por venir deben, obligatoriamente, servir para hacer reformulación de metas y reingeniería de estrategias, entre otras acciones, para diseñar una hoja de ruta viable, consensuada y sostenible”.
Al igual que Manuel Antonio Narváez y otros actores consultados en esta campaña, coinciden en determinar el acuerdo nacional como un elemento fundamental para lograr planes y programas que nos permitan salir airosos de la crisis y perseguir las mejores vías para impulsar nuevamente el turismo en la Isla de Margarita.
Por ello, reitera y es insistente en el tema. Cree que para impulsar el regreso a la normalidad en la Isla de Margarita “hace falta el consenso de todos los actores,  sin exclusiones”, dice. Entre todos, “suman para el logro de la reactivación del sector y su gran aliado: la gastronomía. Aprovechando la ocasión para evitar reincidir en los errores y omisiones del pasado” apunta Rodríguez.
Sabemos de un plan del sector privado para el reinicio y reinsertarse en el mercado turístico nacional, primero. Es así como el sector privado, que es donde realmente descansa el peso, diseña un protocolo para que en esta emergencia se mantengan los puestos de trabajo con la mayor seguridad posible. “Todo pasa por un proceso de reformulación de los modelos de negocios hasta ahora implementados. “Nuevos tiempos, nuevos modelos”, termina diciendo.


DISEÑO, RECOPILACIÓN Y EDICIÓN
MARGARITA GASTRONÓMICA, 11 MAYO, 2020.

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