Un fuego va
subiendo de color y se hace de un crisol de colores que nos obsequia un Pantone
indescriptible de tonos y matices propios del atardecer porlamarense. Ya no
existen lugares para ver el atardecer de Porlamar sin que lo hagas desde la
calle o la playa. Son muy pocos. Si buscamos un local para hacerlo quizá cuente
un par de ellos. Pero conseguir una terraza en el pent-house de uno de los
hoteles más altos de Porlamar es casi un privilegio. En esa histórica y concurrida
bahía de Guaraguao ha encallado un restorán árabe que nos ha permitido
disfrutar un doble prodigio.
Apreciar el
abanico de colores del atardecer porlamarense y degustar los sabores de la
comida siria. Se trata de Damasco Food Margarita, tercera sucursal de un
emprendimiento familiar de inmigrantes que ha propuesto por algunos años el
disfrute de los sabores del medio oriente en nuestra ínsula. Y lo han hecho
aportando calidad y sabor en esta propuesta de comida urbana en el centro de
Porlamar. Ahora se han atrevido a renovar carta, espacio y ambiente a esta
terraza para la que, sin complicaciones gastronómicas se trajeron a un cocinero
desde Siria y ha diseñado más que una carta, ha armado una carta que nos enseñe
el bien hacer, discreto, amplio, maduro y sobrio de los sabores árabes en un
espacio para el disfrute sosegado de sus platos. Dejaron el alborozo del
tráfico y agite del centro de nuestra capital comercial por el placer relajado
en esta terraza en la que juntan placer, paisaje y mesa en una misma ecuación.