RIQUEZA DEL ALMA, COSECHA POSIBLE
Solatino - GABRIELA MONTERO
Al decir del músico venezolano Álvaro Paiva Bimbo, “todo lo que haga Gabi Montero es absolutamente genial”, frase feliz y acertada que nos da pie para iniciar esta reseña sobre el más reciente trabajo discográfico de Gabriela Montero, Solatino y que nos propone un viaje, una exploración por nuestra tierra latinoamericana.
Una placa elaborada desde la precisión y la improvisación, pero a modo de estética, de innovación y expresión; no a modo de deliberada llaneza que pueda etiquetar su arte y su talento. Quien no conoce a Gabriela Montero y su talento, puede asomarse cómodamente a este trabajo en el que se pasea por las composiciones de seis maestros de cuatro países latinoamericanos siempre dejando en el equipaje de la improvisación el rastro de su bitácora musical.
Su sencillez y arrojo nos propone claves en una exploración inusitada en la que su piano hace las veces de invalorable pasaporte para crear atmosferas propias y mágicas, apoyándose en el imaginario latino y en la impronta que sella cada célula en nuestro ADN suramericano.
La pianista Montero, se regodea en los arreglos e interpretaciones ajustadas a la lectura académica de las partituras de maestros como Ernesto Lecuona (Cuba), Alberto Ginastera (Argentina), Antonio Estévez, Teresa Carreño y Moisés Moleiro (Venezuela) aportando no solo su lectura e interpretación, sino también sus acentos y sus reinvenciones. Porque
es allí donde este trabajo toma fuerza y un valor increíble: en la sagaz forma de hacernos entender que la música es la riqueza del alma de quien la interpreta; que la música es la tierra fértil de todas las cosechas posibles, regadas de creatividad y libertad.
Gabriela asombra desde su primer concierto a los 5 años, luego haciendo su debut con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar a la edad de 8 años para convertirse en una de las pocas improvisadoras clásicas del mundo, siendo considerada una gran pianista dentro del repertorio clásico y tener una agenda de conciertos abrumadora que la lleva a las mejores salas del mundo, presentándose como solista con las orquestas más exigentes del planeta.
Gabriela Montero nos demuestra por qué es considerada una de las mejores pianistas del mundo, una de las manos más influyentes de la escena académica de los Estados Unidos. De la misma forma que acaricia las blanquinegras nos deja la seductora posibilidad de reinventar nuestras propias tareas pendientes.
En todo este trabajo Gabriela Montero nos enseña a besar la tierra latinoamericana. Sembrando con su visión y sus creaciones una lectura propia de las claves de nuestros grandes maestros, atesorando sus composiciones al tiempo que nos deja saber de lo que es capaz. Una mujer de un talento extraordinario, de la misma tierra de Teresa Carreño y Modesta Bor, que es también la tierra donde crecieron Guiomar Narvaez, Clara Rodríguez y ve expresarse a Claudia Calderón.
En la caratulilla del disco la propia Gabriela escribe: “Grabo albums porque quiero compartir la creatividad, el mundo emocional y mis recuerdos personales y de otros a través del sonido. Creo que todo lo que hacemos y decimos es un testamento de lo que somos. Una huella digital. Una declaración. Usualmente, el muy conocido logo de EMI es rojo y blanco. Notarán que en este álbum, el logo de EMI es blanco y negro. Decidí excluir el color rojo en SOLATINO, a excepción de la letra 'O', porque en Venezuela, al color rojo le ha sido robada su apasionada belleza y poder, y es ahora asociado a la represión, la furia y el control. También notarán que el título tiene los colores amarillo, azul y rojo. Estos son los colores de la bandera venezolana. El rojo es el último color de mi bandera y, coincidencialmente, 'O' es mi tipo de sangre. Encuentro este simbolismo muy hermoso. Todos compartimos la misma fuente de vida: la sangre. Son las células rojas de la sangre las que llevan el oxígeno por nuestros cuerpos. Sin ellas, perecemos. Con el balance adecuado, prosperamos. Me gustaría que esta 'O' estuviese coloreada por un matiz pacífico de rojo. El rojo que nos pertenece a todos. El rojo que es hermoso en su intensidad, y no hiriente en su agarre. El rojo que pertenece a este mundo y no el que nos separa y extingue. No hay espacio para el tipo equivocado de rojo, y escojo removerlo de este álbum. Esta es mi declaración.”
Cuando llegamos al final de este trabajo, y disfrutamos Joropo del Maestro Moleiro, nos queda la sensación de acercarnos a una parte de nuestra identidad y nuestra historia, pero también estamos percibiendo que esta obra ha sido interpretada por una mujer genial y talentosa que ama su país, su bandera y su libertad. Ese mensaje también se cuela hondo, aquí en la piel y en el orgullo de donde es muy difícil dejarlo salir.
Álvaro tiene razón. Todo lo que hace Gabi es genial.
SOLATINO. Gabriela Montero. 2.010. Sello EMI Clasics
RED: FB Gabriela Montero – www.gabrielamontero.com
Claves: Inteligencia y prodigio
La Comparsa, Sonando contigo, Mi Venezuela llora y Joropo
En teclas: Texturas de la Gran Sabana
NOTAS DE CATA:
Ingenioso, Creativo y Arrojado. Robusto y cuerpo redondo. Perfecto a reserva.
Fernando; Disculpa si te tuteo, pero escuché dos veces el ameno programa en que tú y Sumito se pasean por muchas de esas sabrosas cosas de la margariteñidad, y por eso y otros factores, no me nace ustedearte. Te felicito por la página, agradable y bien diagramada, variada e interesante. Me voy a permitir señalarte tres gazapos que se te colearon y piden correcciones nimias: La C mayúscula en Carreño (leyenda de la foto), la N del plural en proponen "Su sencillez y arrojo nos propone claves" (pues DOS comparten el sujeto, sencillez y arrojo: Nota sobre Montero). Falta el acento en ESTÁ -Nota sobre Mazzei-. (Supongo y espero que este mensaje no queda a la vista de todos, es exclusivamente para tu lectura y utilización. La foto con Juan Alonso, Rubén y el maracucho, es muy brillante y simpática. Te reitero mi felicitación por la página y tus andanzas por las mejores expresiones de la Cultura criolla. EJG.-carpediem1245@gmail.com
ResponderBorrar