DESAFÍOS DE LA GASTRONOMÍA MARGARITEÑA en tiempos de coronavirus
SERIE: MIRANDO EL MANTEL
CAPITULO OCHO: EMPRENDIMIENTOS EN CRISIS
DUNIA DE BARNOLA @duniadebarnola
“Es momento de convertirnos en la voz de los
emprendedores ante las instancias que puedan tener alguna acción. Es necesario diseñar mecanismos para
apoyarlos en la crisis”.
Aun
cuando no se tiene una certeza del universo emprendedor en el estado Nueva
Esparta, por diversos actores se tiene por sentado un inventario de innovadores
y tercos emprendedores en el área gastronómica, que aún en las condiciones más
adversas de suministros, acceso a materia prima y mercados de los últimos años,
han resistido hasta las orillas de esta pandemia. Sin ese número es imposible
cuantificar el impacto y la cantidad de iniciativas que resisten, superviven o
se rinden. No obstante, se sabe del terco esfuerzo que los mantiene activos y
la necesidad de sustentación que reside en sus emprendimientos familiares por
lo que ha como de lugar seguirán poniendo parches a la balsa con tal de
atravesar el temporal. Acerquémonos a lo que nos entrega en este trabajo nuestra
aliada y amiga Dunia de Barnola, directora de la Universidad Corporativa Sigo,
psicóloga y educadora además de consultora, mentora y especialista empresarial
en el tema de emprendimientos y proyectos.
De
acuerdo con los estudios que nosotros estamos haciendo, tenemos 3 tipos macro
de respuesta en la población emprendedora nacional.
(a) Paralización. Respuesta de pánico y
desconcierto ante una circunstancia que no alcanzan a comprender y por la cual
se sienten avasallados. Este grupo se encuentra en mínimos o ningún nivel de
operación, consumiendo recursos familiares y sin iniciativas de acción de cara
al emprendimiento sino más bien de evaluación del impacto en la familia y
colaboradores. Este grupo con el paso del tiempo se va viendo urgido de
reaccionar y desplazarse a uno de los otros dos grupos.
(b) Negación. Este grupo está intentando seguir operando como si
nada estuviera sucediendo aferrándose a recursos emocionales y psicológicos
personales, y contando con su propio esfuerzo y el de familiares allegados.
Este grupo progresivamente va enfrentando el decaimiento de su operación y
desplazándose a uno de los otros dos grupos.
(c) Proaccion. Este grupo desde el inicio del período de crisis
activamente ha estado indagando mecanismos para la renovación de sus modelos de
negocio o dinámicas de operación buscando brechas de oportunidad en la
coyuntura. Un mínimo grupo de entre ellos está adicionalmente procurando una
evolución en el diseño de sus negocios a partir del esfuerzo por interpretar la
nueva realidad y la utilización de la innovación en estrategia procesos y
productos. A medida que evoluciona la crisis este grupo se mueve entre
consolidar los hallazgos tácticos y buscar una nueva normalización de sus
operaciones, o profundizar en la dinámica de la investigación y la búsqueda con
una cierta consecuente disminución de su volumen de operación.
Los que
están en este segundo caso continúan apostando a la interpretación más
eficiente de las próximas variables de negocio. En líneas generales hay un
comportamiento transversal de sensibilización respecto al rol social del
emprendedor y un cierto nivel de toma de conciencia respecto a la importancia
de la articulación con otros emprendedores y contar con propuestas de
emprendimiento que respondan de manera efectiva a necesidades sociales y del
entorno.
Esta
realidad por supuesto debe ser leída desde la claridad de que en Venezuela
contamos con 3 grupos generales de emprendimiento (y entre los tres se manejan
los tres tipos de respuestas pero con recursos estratégicos y operativos
diferentes):
i - un grupo de emprendimiento efectivamente
tecnologizado, escalable y bien conectado con las tendencias de innovación (minoría).
ii - un grupo (la amplia mayoría) con iniciativas
precarias en términos de su utilización de la tecnología, con cadenas de
producción cortas e inestables, alta dependencia de la facturación diaria, y
gran vulnerabilidad a eventos desestabilizadores como la crisis actual.
iii - una gama de iniciativas intermedias que oscilan
entre los tipos anteriores.
En
líneas generales, basados en un muestreo inicial realizado la semana del 31 de
marzo, la distribución general en los tres rubros de respuesta estaba alrededor
de: (a) 35% (b) 47% (c) 18%. Para ese momento la mayoría de los del grupo i -
estaba en (b); del ii - estaba en (c); del iii - estaba distribuido.
Esos
números estamos seguros de que van a variar muy rápidamente y estaremos en un
par de semanas volviendo a intentar tomarles el pulso. En líneas generales creo
que progresivamente los emprendedores van a ir decantándose por las opciones de
hacer algunos ajustes tácticos en su operación de intentar rescatar sus
mercados. Un siguiente grupo va a intentar migrar al empleo formal o semi-informal.
Y la minoría como habitualmente sucede va a continuar explorando mecanismos de
innovación.
Me he
hecho muchas veces la pregunta: ¿qué es lo primero que debemos hacer al salir
de esta cuarentena? La respuesta que he encontrado hasta este momento es que el
primer esfuerzo debe estar concentrado en mantenernos cerca y dejarles saber
que seguimos trabajando por ellos, tratando de entenderlos y acompañándolos. En
segundo lugar creo que se hace urgente, una vez más, desarrollar iniciativas de
formación y apoyo en la revisión de sus propuestas de negocio. En tercer lugar
creo que promover acciones de articulación y encadenamiento de distintas
iniciativas (aprovechando esa visión un poco más panorámica del ecosistema que
nosotros tenemos) puede ser también de ayuda. Esta es una respuesta en proceso
porque continúo en la reflexión al respecto.
Y si
nos preguntamos más cercanamente, de cara al hoy, creo que hay que intentar
inventariar los esfuerzos productivos que existen y acompañar la construcción
de algunas cadenas de distribución que permitan que los productos lleguen a los
consumidores e intermediadores. Nuevamente haciendo uso de la mirada
panorámica. Activar mecanismos de formación y acompañamiento que vayan más allá
de acciones en el mundo digital. Formaciones e iniciativas vía SMS o llamadas
telefónicas. Creo que también es momento
de convertirnos en su voz ante las instancias que puedan tener alguna acción
responsable hacia ellos como población vulnerable (en este punto me refiero a
los emprendedores que componen esa población vulnerable). Alcaldes, consejos
municipales, autoridad única, cuerpos de seguridad, todo ese universo de
emprendedores necesitan insumos, pero también es necesario diseñar mecanismos para apoyarlos en la crisis.
El
emprendimiento históricamente es una acción social que se desarrolla en
momentos de ruptura de lo establecido. Las
sociedades se realizan económicamente después de crisis como ésta básicamente a
partir de la iniciativa emprendedora. Así
que no tengo ninguna duda de que si se van a dar los mecanismos de reinvención,
como de hecho lo hemos podido ver a lo largo de estos últimos 15 años en la
secuencia de gravísima crisis que hemos enfrentado acá en Venezuela y Nueva
Esparta. Sin embargo, no serán todos los que logren en montarse y sobrevivir.
Eso también es una realidad de este tipo de momentos históricos. Se va a dar un
proceso de decantación. Quizá nuestro rol allí está en apoyar a algunas
iniciativas viables a que no se vayan por el coladero general, y ser un
instrumento para la reinterpretación de los próximos tiempos que les facilite y
acelere el proceso de montarse en las nuevas olas. Cómo de hecho ha sido
nuestra acción todo este tiempo. Paradójicamente el emprendedor venezolano
tiene los músculos un poco más fortalecidos que los de otros países porque
tiene muchos años haciendo el ejercicio de enfrentar un entorno no favorable
por no decir que hostil en muchos sentidos y sigue contando, en líneas
generales, con el mismo tipo de oportunidades en términos de la cultura de
consumo general, que lo ha apoyado hasta ahora... y digo esto sabiendo que esa
es probablemente una de las aristas de la cultura de mercado que cambia a
partir de esta crisis global.
TANQUE DE RESERVA por DUNIA DE BARNOLA
En
medio de esta cuarentena con situaciones tan complejas y dinámicas podemos
articular unas líneas de sugerencia que contengan en un vaso los momentáneos
análisis de la situación:
-Activarse
en el mecanismo de medición que nos resulte viable para tener una comprensión
más sólida de la realidad.
-Diseñar
un programa de acompañamiento que abarque los distintos tipos de emprendimiento
gastronómico con que contamos en la isla actualmente; que básicamente les
recuerde que están articulados en una red en un ecosistema y no solos luchando
contra lo que sucede.
-Generar
iniciativas de reinterpretación y digestión de la información existente para
hacerla llegar a los emprendedores gastronómicos con menor capacidad para hacer
esos análisis. Esto con el objeto de habilitar los mejor para entender y
enfrentar el entorno.
-Diseñar
e implantar mecanismos de formación a través de estrategias digitales y no
digitales viables en esta coyuntura de la cuarentena.
DISEÑO,
RECOPILACIÓN Y EDICIÓN
MARGARITA
GASTRONÓMICA, 22 ABRIL, 2020.
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