sábado, marzo 20, 2021

VIP500 RESTAURANT: MESURA Y MODERACIÓN

La cocina es un espacio de exploración, un laboratorio de técnicas y sensaciones. En la cocina se mezcla la rutina, el fogueo y los placeres. Una coreografía de movimientos que se enlazan con sabores, ingredientes, especies y técnicas. En un reducido espacio se pueden enlazar tantas cosas. En algunos ese caleidoscopio puede llegar a marear el paladar o también puede ser una mesurada mesa en la que reposan en equilibrio los elementos de un  gusto que se va forjando con el tiempo y la fragua de los días a fuego y repeticiones.

Hemos visitado muchas cocinas y restaurantes en las que el fuego del ejercicio diario y el modelo de negocio el chef juega varios roles y las del propietario que interviene en menú y estilo, aunque hay otros en los que sin estar en cocina llevan la dirección de la propuesta. En VIP500 Restaurant se conjugan varios elementos que resaltaremos. En primer lugar, la presencia de un director de la coreografía con experiencia en paladar y faena que sabe lo que quiere, cómo hacerlos, practicante y de paladar curtido de ejercicio y travesías. Juan Carlos Buira dirige este espacio de disfrute calmado, reservado y sobrio. Espacio ideal para el disfrute sin sobresaltos del evento comida o el encuentro social. Escoge, propone y arma la bitácora junto al chef José Guerrero, quien posee amplia experiencia en fogones ibéricos y mesas asiáticos.

Están basados en una cocina fresca y confortable. Se pasea en el recorrido internacional sin dejar de apreciar, incorporar y respetar la despensa local. Se asienta en la frescura del entorno margariteño, cuyos productos proporcionan alegría en los sabores y sus apreciaciones. Sin escatimar en la procura de productos, especias e ingredientes importados que el Puerto Libre o la libre importación, nos da el privilegio de obtener y disfrutar. Además la dupla conviene en apuntalar unos platos emblemas y en refrescar constantemente con variaciones que dinamizan la carta a los habituales comensales y también a los exploradores.

Un paseo que se inició con un correcto steak tartar, aunque a veces parece tan difícil de conseguir su equilibrio; langostinos crispys y una insospechadamente sabrosa ensalada thai de calamares pampatareños. Luego hicimos una parada asiática para reconocer la habilidad en el manejo de su difícil composición y preparación: Tokio roll (salmón, langostino, atún, aguacate y queso crema) y Srpingroll (Atún, cangrejo, salmón y lechuga), ambos en equilibrio y de reposado placer. A continuación llegamos a una estación a la que preferí dedicarle un aliento y un tiempo de disfrute por su sencillez y sobresaliente logro: mero dashi. El mero es de esos productos nobles y los cuales son tan difíciles de malograr, aunque se han visto casos… En esta presentación, nos acarició este mero a la cesta vapor dim sum con jengibre, cebollín y aceite de sésamo sobre cama de papas al vapor y espejo de soja y aceites vertidos en caliente sobre su corona. Un plato al que volvería con sorprendente regularidad. Nos decantamos luego por un risotto de alta factura con salmón en dos texturas. Y cerramos el paseo por un clásico estable y siempre apreciado en la mesa comercial: steak lomito pimienta, cumplidor y exacto. El paseo, aunque pudo haberse alargado en degustaciones, tuvo parada en pool de sweet-shoters que puede aligerar el reposo y la necesaria calma para el paladar: limón, parchita, chocolate y tres leches.


Habíamos extendido el encuentro y la palabra se hizo presente para exaltar recuerdos y anécdotas compartidas. Juan Carlos y Virginia son amigos de larga data, con quienes hemos ido tejiendo el largo mapa de la familia escogida en este territorio insular por tanto tiempo. Pujantes e incansables, ahora han armado esta maquinaria aceitada de alimentos, bebidas y banquetes que estructura todo el componente gastronómico del Hotel Margarita Real en Pampatar. Sin dejarse vencer ante las insistentes dificultades de estos tiempos y en esta tierra, VIP 500 Restaurant, se mantiene con mesura y moderación como un enclave apacible y discreto para el disfrute gastronómico de calidad y cuidado. Además, mantiene cuidados biomédicos para garantizar un espacio seguro, sano y confiable a la hora de sentarse y comer con tranquilidad y sin sobresaltos.

VIP 500 RESTAURANT

Hotel Margarita Real, Pampatar.

@vip500club

De lunes a domingo, almuerzos y cenas.

Espacios para celebraciones familiares y corporativas.

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