El primero de ellos surgió cuando suben a tarima los muchachones de El Opusteto o El Cuarteto 4, que no es mas que un mezcla de medio ensamble El Cuarteto con casi la mitad de nuestro Opus 4. Los hermanos Naranjo, Telesforo y José Antonio, maestrísimos de la música venezolana se unen a Juan Rojas y Luis Argenis Zavala para fundirse en un fortuito ensamble que se articula para dar inicio a la gran fiesta de la música que fue el retorno a Margarita de C4 Trio en su gira Back to Four Tour. Maestría que nos obsequiaron estos grandes y legendarios maestros en esta configuración de flauta, contrabajo, cuatro y guitarra, con el que se pasearon por clásicos de la música tradicional venezolana, composiciones propias y un curioso popurrí por boleros de compositores venezolanos incluyendo hasta un tema del margariteño, quisiera del maestro Augusto Fermín.
Allí pudimos apreciar
maestría, experiencia acumulada en estudio, trabajo y ejecuciones durante mas
de 40 años. La limpieza de sus ejecuciones, la interpretación de cada pieza, la
delicadeza con la que se acariciaba cada nota, cada cuerda. Ver y apreciar
aquello, es acercarse al olimpo de nuestra música. Fue un feliz retorno a
escuchar, aun cuando no fuera en condiciones de concierto, una presentación con
todo detalle e impecablemente armado y producido por Visión Margarita.
Luego de esta ruta
magistral, nos tocó presentar a los muchachos de C4 Trio que, hacia unas horas,
habían roto un frágil misterio, cuando mas de 100 niños y jóvenes pudieron disfrutar
de su clase magistral en los espacios del C.C. Parque Costazul, para finalizar
con un estruendoso abrazo multitudinario de los niños y jóvenes agitando sus
instrumentos al aire pidiendo autógrafos o tomándose fotografías con los
muchachos de C4… una cosa que poco podíamos creer en nuestros tiempos… Allí
esta la verdadera del cuatro, cuando ese centenar de cuatristas sienten esa
pasión por quienes han llevado el instrumento a niveles de apreciación y
admiración internacionales.
Y fue en ese tercer
episodio, en donde ocurre el tercer prodigio… C4 Trio en escena no dejó a nadie
indiferente ni ensimismado. Por el contrario, fue una suerte de liturgia en la
que estos 4 músicos nos demostraron cuanto se ha logrado con trabajo y estudio,
y también roce internacional. En donde la competencia y el aprecio por un instrumento
llamado por muchos menor o desconocido, puede brindar tantos colores y matices,
que esta siendo llevado a grandes escenarios por Jorge Glem, Héctor Molina,
Edward Ramírez y también Rodner Padilla con su mágica instrumentación del bajo.
Una noche sin desperdicio,
en la que comprobamos, en resumen, la evolución que cada uno de ellos sigue mostrando
en sus líneas de trabajo, experimentación y maestría. Nosotros que los venimos
apreciando en vivo y en presentaciones desde 2005, escuchamos y confirmamos ese
prodigio, esa maestría, que asombra y emociona hasta las lágrimas. Y asi lo
dijimos esa noche:
Tener a C4Trio en pleno es
también recibir un bálsamo de identidad y tradición. Es conectarnos con lo
savia de los jóvenes que entienden otra forma de construir país, y en el caso
de Jorge, Edward, Héctor y Rodner, hacerlo desde el cuatro y hacerlo bien. Muy
bien.
Los Compaítos
han llenado las calles y salas de Miami, Nueva York, Medellín, Bogotá, Madrid,
Barcelona y Los Ángeles, como los auténticos Avengers del Cuatro. Los 4
Fantásticos de la Música Venezolana, la Nueva Música Venezolana. Y lo bueno, es
que, en esa cartografía de su influencia musical, desde sus inicios han escrito
el nombre de nuestra Isla de Margarita.
C4 Trio es una forma de ser venezolanos, lo hemos dicho en varias ocasiones. Han traído alegría en la desesperanza que vivimos y oxígeno en tiempos donde teníamos falencia de futuro. Han traído agua fresca a nuestras vidas. Escuchar al C4 Trio es renovar los votos por nuestro país, alimentar la venezolanidad y sobre todo caer en cuenta, en cada tema, cada disco, que nuestro futuro está a salvo en sus manos y sus instrumentos. C4 Trio suena a futuro.
Luego de 15
años nos seguimos preguntando como es esa fórmula explosiva que aun, muchos, no
logran entender. ¿Cómo es que un trio de cuatros logre hacer cantar, percutir,
puntear, rasgar, acompañar y construir melodías en una suerte enrevesada de
trio de solistas? Cómo es que cada uno con sus genialidades personales, ideas,
ejecuciones y afinaciones logren yuxtaponerse para que sea un cuerpo robusto e
inquebrantable.
Eso no los
seguimos preguntando hoy. Cuando los vemos llevar sus instrumentos cuidados por
José Gregorio Hernández, por casi todo el mundo. Seduciendo, amalgamando y
llevando patria a los venezolanos que andan regados por el mundo entero, como
ellos.
Llegan a
nuestro país, tanto por que lo pedimos como porque ellos también necesitan
tocarle a su país, a su tierra. Venir juntos, agarraditos de la mano y hacer
sonar sus mejores acordes como lo han hecho por el planeta junto a Juan Luis
Guerra, Rubén Blades, Luis Enrique e incluso, Richard Bona, entre tantos. Esas
mismas expresiones de admiración y asombro cuando lo hacen en una ceremonia de
un Grammy o en un concierto o un festival. Asombro que nos hace llenarnos de
orgullo, cuando suenan sus versiones y los temas propios, algunos que siembran
escuela y se hacen nuevos clásicos de la música venezolana.
Tener a
C4Trio en pleno es también recibir un bálsamo de identidad y tradición. Es
conectarnos con lo savia de los jóvenes que entienden otra forma de construir
país, y en el caso de Jorge, Edward, Héctor y Rodner, hacerlo desde el cuatro y
hacerlo bien. Muy bien.
Los
Compaítos han llenado las calles y salas de Miami, Nueva York, Medellín,
Bogotá, Madrid, Barcelona y Los Ángeles, como los auténticos Avengers del
Cuatro. Los 4 Fantásticos de la Música Venezolana, la Nueva Música Venezolana.
Y lo bueno, es que, en esa cartografía de su influencia musical, desde sus
inicios han escrito el nombre de nuestra Isla de Margarita.
C4 Trio ha
cumplido su promesa de llevar en alto el nombre de Venezuela y su instrumento
nacional en los rincones del mundo… Han perfilado una manera de entender y
expresar el sueño del país prometido: feliz, unido y en paz. Y también con gozo
y alegría. La alegría de su cuatro y su bajo también…
Recibamos
una vez más, y siempre, con un inmenso aplauso a los buenos venezolanos que son
el C4 Trio… orgullo nacional, de nuevo en Margarita…
EL CUARTETO – OPUS 4 (El Opusteto o El Cuarteto 4)
Es una
pujante agrupación salida de la emergencia de unir a cuatro músicos con gran
futuro que vienen a ser la mejor celebración de estar en esta sala para
celebrar nuestra música y nuestra cultura.
Gran futuro
dice uno que tienen los maestros José Antonio Toñito Naranjo y Telesforo
Naranjo (uno de los dos duetos de El Cuarteto junto a los Delgado Estévez)
quienes han venido a la isla a dejarnos su sabiduría y excelencia musical de
cuerdas y vientos, para entregársela a los jóvenes músicos del Sistema de
Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles Núcleo Nueva Esparta. Dejándonos
futuro a manos llenas, porque su talento, aportes y composiciones están por
encima de la palabra futuro, son parte de nuestra identidad musical para
siempre…
Y de ñapa se
juntan con el maestro Juan Rojas y Argenis Zavala, que es casi la otra mitad de
nuestro celebre ensamble Opus 4. Esta legendaria agrupación que junto al grupo
Raíces, Ensamble Gurrufio, Barquisimeto 4 y El Cuarteto, conforman el corpus
musical que le agregó nuevos colores y matices a una paleta musical que ha ido más
allá del arpa, cuatro y maracas de nuestro inicial cancionero venezolano. En
todos ellos han vibrado las notas de nuestra música tradicional, sus géneros y
variaciones, su canto y su métrica. Y en ellos también se ha extendido un
puente que conecta las tradiciones con el tiempo por venir. Ese tiempo del que
ya son mas de 40 años, y del que escucharemos una constante evolución que
provoca amor a nuestra tierra, evoca el olor del pabellón criollo y el sabor de
la empanada de cazón bajo los acordes de “Los tiestos de moca” del maestro Beto
Valderrama o de “El Sinvergüenza” de Toñito Naranjo.
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