Bodegas Ventisquero ha llegado a la Isla de Margarita, para acompañar nuestras celebraciones. Y es que luego de los complicados tiempos del bloqueo y el cierre por pandemia, Ventisquero ha decidido, lanzarse al mundo para celebrar los nuevos tiempos que vienen, acompañar nuestras celebraciones. Y de qué manera se lo han propuesto, que desde abril del año pasado, llegaron a nuestras costas tocándonos la puerta nuevamente con sus caldos Ventisquero y sus líneas Clásico y Reserva que desembarcaron para servirnos en copa un vino acuerpado, maduro y robusto que son los vinos bandera de estos viñedos del Valle del Maipo y del desierto de Atacama. En sus cepas Carmenere y Cabernet Sauvignon sorprenden aún con su cuerpo redondo y maduro, capaz de resistir los embates del clima, el viento, específicamente de las ventiscas.
El mismo Miranda
quedó agradado con los diálogos que se pueden establecer entre estos vinos
australes, de ventiscas y tierras frías, hasta este trópico insular, de
intensidad climática y paladares amables y afables. De allí que sus armonías
con tequeños y pescas al curry o linguine al guacuco guardiero nos ató a una
sublime charla de frases, intercambios y conversa extendida y aprecio en boca
de caldos nobles y amables.
El resto de la
seducción pudimos disfrutarla en el Restaurante Juana La Loca al sernos presentado
el impactante vino Grey en su cepa Carmenere, uno de los pocos caldos “single
block” de Chile, y cuyo método se asemeja al de solera con el que se produce el
ya legendario Ron Santa Teresa 1796. Este Grey Carmenere, del Valle del Maipo,
impresionó por su estructura, solidez y acuerpamiento singular que podía ser
armonizado con asado negro, parrillas y platos más fuertes en grasa y especiados.
Toda la experiencia que nos brindó la Importadora Maison Blanche Margarita, en la dirección de Otto Díaz, resultó un encuentro de muchas alegrías y aprendizaje, acercándonos para conocer más de sus líneas varietal Ventisquero, reserva de Kalfu y Premium Grey, conectándose con los gustos y paladares venezolanos y margariteños. Una relación que se reinicia no obstante, imaginamos de largo aliento y muchas satisfacciones.
De aquella primera plaza que llegó a ser nuestro mercado venezolano para el Vino Chileno se reimpulsa para reconquistarlo y sacarlo de los últimos lugares intentando volver a posicionarse en las preferencias de los gustos locales. El vino chileno crece, evoluciona y se hace fuerte y atractivo, para enamorar y para acompañarnos en las celebraciones de vida, como es el más reciente deseo de las bodegas Ventisquero, con miras a los momentos post-pandémicos. Asume este desafío al acercarse al nuevo consumidor y al nuevo mercado. Llevará celebración al nuevo consumidor donde quiera que se encuentre. “El consumidor buscará espacios de celebración, disfrute y encuentro. Y Ventisquero estará allí acompañando las celebraciones de este tiempo”, cierra Diego Miranda.
IMAGENES DE LA DEGUSTACION EN ARKANA GASTROBAR
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