LOS SANDUCHES DE ALVARO GUZMAN AHORA EN APOSTADERO FUSION, BISTRO & LOUNGE

Una de las características de la oferta culinaria de estos tiempos en una renovación permanente. Ajustándose a los pedidos y exigencias del mercado. Un mercado, bueno es decirlo, que cambio y se hizo impredecible de cierta manera. Cuidadoso, prefiere los espacios abiertos, apunta más a la diversión y el disfrute pleno. Las experiencias culinarias reposadas se hacen escasas y selectivas. Es habitual la falta de estabilidad en la plantilla de cocineros, lo que le da inestabilidad a la propuesta e incluso la hace difusa y poco apreciada. En otros casos, esa carta se renueva, se transforma o se amplia. En esa reingeniería son pocos los que levantan la mano o sus cartas, a modo de sobrevivencia y reinsertándose creativamente en la oferta culinaria local.

Apostadero Fusión Bistro & Lounge, tiene menos de un año desde su reapertura. Remodeló integralmente sus espacios, colores y mobiliario. Un interiorismo vanguardista, limpio y audaz. Del mismo modo, su cocina cambió con la dirección y concepción del chef Alvaro Guzmán, que ya no esta en sus fogones, bueno es decirlo.

Su carta se va ampliando, ajustando, permanecen unos clásicos y se reinsertan otros de otras experiencias que se retoman en este local. De allí que se incorporó a su carta algunos de los más emblemáticos sandwichs de un pequeño restaurante que rápidamente desapareció. Tha Sandwich Club fue una propuesta culinaria urbana de emparedados, en plena av. Aldonza Manrique, que intentó diferenciarse de la oferta actual, abrumadora, repetida, común y fácil. Allí el chef Guzmán fue construyendo una carta de saduches a partir de sus experiencias, sabores aprendidos, memoria gustativa y gustos descubiertos en viajes y degustaciones para llegar a la combinación de panes, proteínas, ingredientes, salsas y aderezos que edifican la arquitectura de una carta que se pasea por sanduches propios y reinventados verdaderamente originales y diferentes.

Esa carta de una sanduchería de autor, de manos de un chef de paladar elaborado y construido con gusto y criterio pasa ahora a formar parte de la carta de Apostadero Fusión.

En esta parte de la carta se le da un cuidadoso tratamiento a cada proteína, cada protagonista que se disfruta en vista y boca. A ello, se suman las combinaciones de salsas, texturas y aderezos alucinantes e impactantes. No abundan, no saturan, solo acompañan. Conseguir la acidez, el dulce o la calidad de salsa correcta significa, tener paladar y lecturas, pruebas y sabores identificados para llegar a esa combinación que no se remata en una sentada, sino que requiere, del comensal disfrute y detalle. Y finalmente, el haber formulado cada pan; elaborado, probado y vuelta a reelaborar para llegar al pan exacto, con la textura y consistencia ideal que abrace a cada propuesta, cada ensamblado.

A la carta de platos mas sencillos y de acceso fácil, como hamburguesa, tequeños y nachos se agrega desde el mes de mayo, una selección de cuatro  sanduches de autor, con los que se acompaña esta coreografía culinaria que va de género en género, sugiriendo estos platos para todo evento y a toda hora. Emparedados de gran calidad, cuidado y preparación que nos dejarán absolutamente complacidos.

Probamos los cuatro, para poder hacer un verdadero testeo de lo que fuera la propuesta anterior y los acoples en la incorporación en la carta de Apostadero, pareciéndonos no solo un aporte sino también un valido acierto, que amplia opciones y aligera la percepción de una propuesta costosa y complicada. Conocimos en detalle cada uno de los sanduches de mano del propio Álvaro. Uno de los preferidos ha sido desde la primera vez el Forrest Gump, un pan deli que está protagonizado por camarones en rebozado crujiente cajún, salsa de tomates y alcaparras, lechugas, cebolla morada, perejil fresco y una cremosa remoulade creole. Le siguió un Madame Poulete, cuya estrella es un portentoso pollo crispy marinado en hierbas aromáticas y chipotle ligeramente picante junto a una coleslaw con mayonesa de ajo negro abrazadora. Luego pasamos por el Roast Biff Tanen con la proteína preparada y cuidad en casa, mostaza dijon, cebolla caramelizada y rúgula. Para finalizar el Yellow Sub, con un desbordante entrecot, crispy bacon y el baño inundado de queso provolone y queso cheddar fundido.

Los venezolanos somos de paladar salsoso, cremoso y, en muchos casos, picantes. Cuando pidan estos sanduches, descubrirán que no es necesaria tanta salsa y mayonesa en la mesa, y justo picor en los que así lo incluyen. Es un placer descubrir también que los sanduches, en nuestra Isla de Margarita, también pueden ser reinterpreatdos para ajustarse a nuestros paladares.

Todas las imagenes son de @FerEscorcia