En su séptimo aniversario, La Bodeguita de Pablo se ha convertido en un lugar en la Isla de Margarita de visita obligatoria para acercarse a las maravillas del Ron Venezolano, para degustarlo, catarlo y aprender mas de cerca de las características de nuestro destilado estrella, sus variedades, propiedades y sobre todo directamente saboreándolo y conocer por qué es considerado por muchos conocedores como uno de los mejores rones del mundo. Esta labor titánica, si se puede considerar, de reunir en apenas 16 m2, todas sus etiquetas, sus bodegas, sus consideraciones únicas y su territorialidad que hace de nuestro ron un producto excepcional. En este reducto de rones, café y chocolate venezolano se ofrenda respecto y admiración a estos productos de gran aprecio en el paladar y la memoria gustativa del venezolano, brindando por todas sus etiquetas y bodegas que lo enaltecen y encumbran en el mundo entero y en nuestros bares y barras.
TRAYECTORIA
Desde
una vieja e histórica casona en la Calle Unión del casco histórico de La
Asunción, en la Isla de Margarita, La
Bodeguita de Pablo, ha sido concebida como un espacio para encontrarnos con
“la dulzura del chocolate venezolano, el sentimiento que lleva impregnado el
café, el añejamiento del ron y la sabiduría del tabaco”. Su creador, el
empresario hotelero y gastronómico, Carlos Guerra, concibió La Bodeguita de Pablo, para destacarlo
como el primer Rum Bar en Venezuela con las marcas más importantes de este
destilado y los productos que lo acompañan.
Allí comparten espacio en la actualidad, todos los rones que reposan y se resguardan desde la Denominación de Origen Controlado del Ron de Venezuela, que suman al día de hoy 17 bodegas amparados y protegidos por el sello, y que, además, hacen honor a las condiciones de producción, destilado, maduración y embotellado del Ron Venezolano. Una muestra representativa con más de 60 etiquetas que resumen la vitrina de nuestros rones añejos, premium, ultra premium y ediciones especiales.
Estar
en este espacio, nos abraza el definitivo olor de la melaza inicial que a modo
de destilados embotellados se encumbran en los anaqueles que escalan sus viejas
paredes adoquinadas, apuntando hacia lo alto, donde siempre conseguimos una
forma de sorprendernos, quizás para enamorarnos o más certeramente adorar la
calidad excepcional de nuestros destilados.
Allí desde hace varios años, se ha
venido formando su rommeliere Andrés
Deffit, quien, con su paladar curtido por las diferencias de cada bodega, sigue
indagando, aprendiendo, investigando y estudiando sus características, sus
potencialidades y diferencias, para brindar información en cada una de las
catas, a cada uno de los que se acercan a la bodeguita a apreciar y aprender de
nuestro ron. Es seguro, que, de la mano de Andrés, cada quien conseguirá el ron
de su preferencia, cada quien se casará con su marca, cada quien saldrá
orgulloso de su gentilicio, de nuestra esencia y de los rones que se destilan y
se producen en distintas regiones del país. Allí hemos visto cómo se embelesan
al saber de nuestra caña y nuestras tierras; se asombran de los detalles de
producción de la melaza y de los alcoholes que luego se mezclan para darle
cualidades organolépticas siniguales a los destilados nuestros. Allí hemos
visto salir gente emocionada
por nunca haber sabido apreciar uno de nuestros productos más característicos
de la territorialidad venezolana.
Más allá de lo placentero que puede ser la experiencia de catar el ron, también nos enteramos que, desde en la propia Isla de Margarita, desde el siglo XVIII ya había muchos alambiques que lograban traducir la incipiente producción cañera insular en más de 30 aguardientes que se vendían en nuestro territorio. Llegando incluso a tener la Cédula de Destilación N° 5, otorgada a principios de 1.800 en la Hacienda El Tanque, uno de los referentes de aguardientes y rones de nuestra historia regional.
Allí también se enaltece la figura de Ron Altagracia que se producía desde 1894, y que en el siglo pasado logró su mayor proyección en manos de su último propietario y guía José Elías Alfonzo, de quien le surgió el remoquete de Chelias que luego fue trasladado al ron, convirtiéndolo coloquialmente en el famoso Ron Chelías y no, Ron Altagracia. Estas bodegas, ahora en manos del propietario de la Bodeguita de Pablo, Carlos Guerra, busca reactivarlas y convertirlas próximamente no solo en una robusta destilería que devuelva con calidad la fama a este ron sino también en un punto de disfrute y apreciación turístico-destilera de nuestro ron margariteño.
La Bodeguita de Pablo, ha recibido mas de 4.100 personas desde su apertura, formándolos en torno a nuestros rones y su calidad. Es efectivamente el primer y único Rum Bar de Venezuela, “trabajando con producto nacional, siendo el Ron Venezolano el principal ingrediente al momento de realizar las catas. Acotemos y resaltemos que las catas de ron se desarrollan solo con ron venezolano a través de sus diferentes marcas, mostrando un abanico de opciones para las personas que asistan a ellas, y puedan descubrir las diversas opciones de este destilado”.
Adicionalmente ofrecen chocolates
nacionales, recopilando los mejores de haciendas de Aragua, Miranda y Sucre, a
través de las diferentes marcas que enaltecen el cacao con tabletas sublimes, delicadas
y de altísima calidad.
Su público, diverso en estratos y edades,
regiones y nacionalidades también ha venido seduciendo a los visitantes
extranjeros que quieren conocer sobre nuestros rones, y sin duda salen enamorados
por el espacio, los sabores y lo aprendido en cada visita, cada cata realizada.
Como reducto especializado en ron venezolano, por allí han pasado personajes como la maestra ronera de Ron Carúpano Carmen López de Bastidas, el maestro ronero de Ron Cacique y Pampero Luis Figueroa, el CEO de Ron Santa Teresa Alberto C. Vollmer, la chocolatier María Fernanda Di Giaccobe ganadora del Gran Tenedor de Oro de la Academia Venezolana de Gastronomía y el primer Basque Culinary World Prize, la destacada sommelier Belkis Croquer quien, en distintas oportunidades ha desarrollado actividades y catas creativas en torno a nuestros laureados rones. Tambien han pasado a conocer y ser testigos de las maravillas que allí se acunan, la periodista gastronómica Rosanna di Turi destacada periodista especializada en gastronomía y rones venezolanos, la cineasta venezolana Fina Torres. Asi como la comunicadora gastronómica Sorrel Moseley de Argentina, Sommelier y Academy Chair de la lista 50 Best Bars y Verónica Socarrás de Colombia, Máster en Turismo Gastronómica BC Culinary.
Todos, de una u otra forma han reconocido la labor de divulgación y promoción de nuestros rones. La Bodeguita de Pablo con ello confirma su misión de ofrecer una experiencia sensorial con base en nuestro ron, chocolate, café y tabaco, donde los sentidos se vean seducidos por la historia de cada ingrediente y su fascinante producción. Un lugar donde la cultura de servicio es tan reconfortante como los espacios, invitando siempre al disfrute de la vida y de los productos territoriales venezolanos mas destacados, en el caso de los productos destilados y alcohólicos de calidad, se encuentra nuestro Ron Venezolano, reconocido sin duda, como uno de los mejores rones del mundo.
Carlos Guerra es el creador del concepto, diletante del ron venezolano y un bon vivant que nos ha obsequiado espacios como Juana La Loca Restaurant, Guillermina Restaurant (al lado de La Bodeguita) y Hotel Isabel La Católica, todos con una curaduria de arquitectura, interiorismo, diseño y decoración, asi como las propuestas gastronómicas que se ofrecen en cada uno de sus espacios. Creador y socio principal de DMC Group Margarita, es celoso cuidador de platos e ingredientes, Guerra es un profundo amante de la alta cocina y esta conectado con los ingredientes de la despensa local, las recetas y platos insulares, sin desconectarse de las nuevas tendencias y contemporaneidad. Igualmente, cuida la cocteleria de autor en cada sitio y La Bodeguita de Pablo es la muestra resumida del buen gusto, el respeto por el producto nacional y la presentacion de gran calidad en cada experiencia vivida allí.
5 razones para visitar La Bodeguita de Pablo
1. Porque han desarrollado una vitrina inspiradora y de excelencia, una ventana exclusiva y dedicada a uno de los mejores productos de nuestra gastronomía, que impulsan decididamente la promoción y difusión de nuestros rones.
2. La Bodeguita de Pablo ha servido de puente entre el Ron Venezolano y los turistas nacionales e internacionales que visitan la Isla de Margarita y en sus rutas está, La Bodeguita de Pablo, como una parada infaltable en la oferta turística insular.
3. La Bodeguita de Pablo, ha sabido resistir las dificultades económicas y pandémicas en nuestra Isla de Margarita, para sostenerse tenazmente, brindando disfrute, catas y degustaciones inolvidables teniendo como protagonista a nuestro Ron Venezolano.
4. Porque la juventud y empatía de Andrés Deffit y Adrián Irazábal, dos incansables conocedores, y especialistas del destilado nacional, han tendido puentes en los paladares de los visitantes y de distintas edades, gustos y exigencias, logrando aportar conocimiento y acercamiento al Ron Venezolano.
5. Y finalmente, porque han sido más de 4000 personas las que han pasado por su reducido espacio. Esto nos habla del valor y potencial enorme de su trabajo, que por pequeño que sea, han logrado seguir difundiendo en nuestra isla la calidad excepcional de nuestro ron.
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