Periodista, escritor y cronista; estudioso de nuestra cocina, explorador incansable de nuestro saberes y sabores. Se ha dedicado durante tanto tiempo a conocer e investigar de nuestra gastronomía. No solo ha sido un evaluador y especialista en vinos y licores en nuestro país. Durante muchos años, registró la movida gastronómica de Caracas y del vino. He creado guías y libros que enlistaron restaurantes, cafes y locales gastronómicos de la escena culinaria de la capital y en otros ejercicios, también lo hizo de diversas ciudades del país, como el caso de la Isla de Margarita.
Profesional, capacitado, responsable y crítico acucioso de nuestra gastronomía, Miro ha sabido conjugar su pasión y trabajo con un altísimo nivel de exigencia y con una gran ética que lo mantiene con un abullonado prestigio de seriedad y credibilidad.
En los últimos años se ha dedicado a investigar con precisión y celo, la historia de platos, recetas e ingredientes. Se ha afanado a llenar un enorme vacío en la investigación gastronómica nacional, no solo en la capital, sino que se ha adentrado en las regiones, estados y pueblos a probar, conocer e indagar de viva presencia lo que late en las historias perdidas de nuestra cocina entre ancestros, historias perdidas y mitos. Su trilogía de COMER EN VENEZUELA, EL PASTEL QUE SOMOS y EL SEÑOR DE LOS ALIÑOS, viene a ser un perfecto almacén de contenidos, reflexiones y precisiones que ponen en el tapete, la amplia cocina nacional, valorada desde sus elementos más sencillos hasta los mas intrincados, catalogo de nuestras cocinas regionales que hacen en suma un gran almanaque de nuestra cocina nacional.
Y eso hemos apreciado del trabajo de Miro Popic. Su eminente presencia en cuanto evento nacional ocurre, haciendo registro del evento, pero mas allá, va a la esencia, la fuente de la historia para reconocerla, darle visibilidad y hacerla pública. Nos ha demostrado, en nuestras regiones lo valido y necesario de los registros que se pierden y que incluso sufren de la amenaza superflua y quizás volátil de las redes sociales. En su mas reciente trabajo, LEER PARA COMER, justamente apunta a vapulear los fakes y a dar certeza sobre temas comunes y sensibles que se siguen extendiendo como verdades, como la cocina mantuana, el origen de la hallaca y la nacionalidad de nuestra arepa, entre otros.
Nos ha acompañado desde los inicios de Margarita Gastronómica, no solo como panelista, testigo o público. Es un asesor permanente, amigo de casa con quien compartimos ideas, conceptos, programas y actividades. Es un diletante y profundo defensor del Ají Margariteño, y desde 2013 ha estado junto a nosotros en la campaña de promoción para lograr su protección y logro del DOC (Denominación de Origen Controlada), participando activamente en las diversas actividades que hemos realizado en la isla sino tambien ha llevado nuestra voz y propuesta a diversos foros y congresos, hasta nombrarlo en el 8vo Festival Margarita Gastronómico como "Embajador Plenipotenciario del Ají Margariteño", en el marco del 5to. Expo-Salón Sabor Margarita en Pampatar.
Los aportes de Miro Popic, son tangibles no obstante ser inmarcesibles. Inmensos, como la nobleza de aconsejar movimientos, acompañar el diseño de cenas, conceptualizar eventos, corregir armonías, e incluso corregir imprecisiones en muchos discursos que pueden ser inatrapables sino se enderezan a tiempo. Su presencia activa también ha logrado inspirar a cocineros, periodistas y estudiantes en cursos, talleres, diplomados, foros y universidades. Su vigencia e influencia es innegable. Miro Popic, se hizo merecedor del Premio Gran Tenedor de Oro 2023 que entrega la Academia Venezolana de Gastronomía.
Miro, el cocinólogo, es ese chileno hijo er diablo debe ser homenajeado hoy y siempre. Su obra es su mejor testigo. Su vida, su mejor testimonio.
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