viernes, noviembre 08, 2024

BAR LA MARICUTANA: PARADA INSUSTITUIBLE DE LA RUTA DE LOS BARES MARGARITEÑOS

Cuando llegamos por primera vez al Bar La Maricutana, no entendíamos por qué había tanta gente
esperándonos. Esa esquina de la calle Zamora con Cacica Isabel, siempre nos había llamado la atención. Su rotulo en la pared y a un lado de la puerta, un pilón, un ancla y una múcura sobre un barril de madera, son los símbolos que permanecen anunciando la permanencia de este lugar ícono de Porlamar desde 1940.

Nuestro paseo fue un sábado, como todas las salidas del paseo. Había un rebullicio de gente que parecía más bien una fiesta patronal. Luego del saludo de bienvenida de Licho Cortesía, el sonriente y amable regente del local, junto a los hermanos Cortesía, esposas, hijos, sobrinos y nietos; entramos en esta vieja casa que abriga desde hace 84 años, a este emblema de los bares porlamarenses. Es el pionero de los bares del centro de Porlamar. De hecho, está a escasos metros del mercado pesquero de Punda, lo que lo convierte en el bar insignia de los pescadores, desde mediados del siglo pasado.
 

LA RUTA DE LOS BARES MARGARITEÑOS: MUCHO MAS QUE RUMBA Y DIVERSIÓN

Desde mayo de 2023 Margarita Gastronómica diseñó este paseo como una forma de visitar algunos de los sitios históricos de la diversión y el esparcimiento del margariteño. Se sumaron en esa lista inicial algunos de los bares que perviven en la memoria insular. Algunos permanecen activos, muchos fueron arrasados por las crisis, la pandemia y los avatares de la vida insular. Fuimos sumando visitas a clubes de playa, bares de hoteles, posadas y barras de restaurantes que han marcado esta parte de la oferta culinaria y turística.  

En estas 25 rutas desarrolladas hasta el momento, todas han sido absolutamente distintas, no se ha repetido ni siquiera una sola de ellas. Lo que ha hecho que sea una oferta dinámica y atractiva para conocer distintas posibilidades. Incluso, el haber agregado algunas terrazas de locales, hoteles y posadas, como Casa Mejillón (La Guardia), El Bonguero (Juan Griego), Marula (Playa Bella Vista), Kardumen Beach Club (Guacuco) y Bella Lora (Parguito) para disfrutar desde distintas perspectivas los bellos atardeceres margariteños, aportaron momentos inolvidables para los paseantes.

De los bares emblemáticos e históricos visitamos La Maricutana (Porlamar), Rincón Tropical de La Ñera (La Guardia) y Bodegón El Tío (Juan Griego) encontrando en ellos una riqueza de historias y tradiciones locales que nutren cada visita. Otros bares especializados y temáticos como La Bodeguita de Pablo (La Asunción) para acercarnos a la valoración del ron venezolano por las catas especiales desarrolladas por el romelier Andrés Defit.

¿TE ACUERDAS DE ESTA?

Aun hoy te sonríes cuando te muestro las fotos de ese viaje. Fue la primera vez que viajábamos juntos. Y fue la primera vez que vinimos a Margarita, sin saber que aquí vendríamos a vivir para siempre y sin saber que “para siempre” es una frase conmovedora. Acaso una sentencia.

¿Te acuerdas de esto? Aquí estábamos jugando a que hacíamos una cola para que mi hermana Maye, nos untara bloqueador, sobre todo a ti, La Gocha, la más blanquita que todo le arde. Mis sobrinos estaban muy chamos y se reían de cualquier invento de Hellman, mi hermano loco, cantante y bohemio. ¿Te acuerdas cuando se le abría el maletín como un acordeón y saltaban los interiores y medias por todos lados? ¡Qué bello cuando me sonríes! Si, fue un viaje muy divertido.

Nos quedamos en ese hotel de La Asunción. Una vieja casa colonial convertida en hotel. Muy oscura de noche. A Hellman le daba miedo. Si, todo jodedor es cobarde. Si, era Semana Santa y en esos días la ciudad colapsa abarrotada de gente que viene a las procesiones.

Mira esta. Aquí estábamos en el Castillo de Santa Rosa. Todos en pantalones largos, pasando calor. Capitalinos, citadinos, poco sabíamos de las ventajas de las bermudas o de los “chores largos”, como le dicen en el Mercado de Los Conejeros. Tu sonríes cuando ves esta foto en la pantalla. Estábamos sentados sobre las balas oxidadas de los cañones. Claro, tu sonrisa ya no es como aquella estruendosa carcajada, aunque le queda mucho de esa felicidad que te nombra.

Aquí estábamos en Playa El Agua. Se convertiría en nuestra playa preferida a donde vamos cada vez que queremos celebrar, despachar un dolor o huimos de nuestras realidades.

Hace treinta y cinco años de ese viaje, ¿te acuerdas? Y no sabíamos que aquí vendríamos después para quedarnos. Ese viaje tenia algo de premonición, de sentencia. Y aquí hemos sido felices. Y lo recordaba ayer, que fuimos a La Asunción. Y tú estabas feliz y me sonreías despacio, distante, como cuando me llamas de esa habitación cerrada de la que no puedes salir. Si, cuando me sonríes soy mas tuyo, como quien va perdiendo a alguien poco a poco, en silencio.    

    

Fernando Escorcia
19 de octubre, 2024
Mención Honorífica del 5to Concurso
“Escribe tu historia: tu viaje más importante en Venezuela”
de AG Joyería.
Jurado Rafael Arráiz Lucca, Ivanova Decán Gambús y Lila Vanorio.