DESAFÍOS DE LA GASTRONOMÍA MARGARITEÑA en tiempos de coronavirus
SERIE: FOGONES
APAGADOS
Para cerrar esta serie de consultas a los "restauranteros" locales, lo hacemos con dos conocedores y empecinados empresarios que han aportado grandes avances y muestran evolución en la visión del negocio culinario. Uno desde la tradición italiana de los restaurante de tradición familiar y otro desde sus visiones y propuestas audaces de locales gastronómicos de impacto y proyección nacionales. En ambos casos redunda la preocupación que embarga a todo el sector. Con cautela y perspicacia miran el horizonte. Uno evita ser ejemplo y lanzarse a aventuras y prefiere extender la pausa, otro advierte de los rigores que impondrá la nueva situación país. Veamos sus visiones.
CARLOS GUERRA
"Hay que desprenderse del roll de querer ser el súper héroe".
Carlos
Guerra se ha destacado por haber emprendido hace unas décadas en el área de los
eventos corporativos, el catering y celebraciones especiales. De allí ha ido
evolucionando hacia locales gastronómicos de gran nivel y alta gama. Desde
Catabar en los 90’s hasta todo el emporio del DMC Group que incluye Hotel
Isabel La Católica, Restaurante Juana La Loca, Guillermina Restaurant y La
Bodeguita de Pablo, entre otros. De allí que su experiencia en el sector
gastronómico, hotelería y turismo es amplia, permitiendo tener una visión
eminentemente práctica y viva del ejercicio diario de las empresas
gastronómicas y las consecuencias que la pandemia que les ha marcado en estas
semanas. Carlos es muy comedido en sus comentarios aunque no deja de reconocer
que es muy temprano para medir impactos, cambios o consecuencias, se muestra de
acuerdo en expresar que si estamos en medio de una complicada situación que
tiene todos los visos de durar por mucho tiempo en nuestras vidas.