20+ RECOMENDACIONES IMPERDIBLES MARGARITA 2023

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domingo, mayo 13, 2012

CARLOS GARCIA Y EL RESTAURANTE ALTO (CARACAS): LA SABROSA ARMONIA DE LO ESTABLE

La naturalidad de lo sencillo, en ello radica la comida del Chef Carlos García. Una cocina sembrada en lo posible de lo nuestro. Una redimensión que le aplica a su vida, su cocina y su carta. Las vertientes de lo inmediato, cosechando el fruto de lo autóctono y reinventado sabores aprendidos. Una cocina que al pensar en su tradición y sus raíces le hace volver la vista hacia lo andado y el camino por venir. No conocí su cocina antes de la invitación que le hicieran de Slow Food al “Encuentro de Cocineros de la Alianza” en Toscana, Italia; y por lo que ha reconocido y comentado ya no serán iguales sus caldos y sazones. Su éxito internacional, el renombre y la trascendencia que comienza a labrarse en el mundo gastronómico internacional han hecho que su presencia sea requerida en eventos de la talla de la Gran Cena de los Chef en octubre de 2012 junto a los chef Massimo Botura y Gastón Acurio.

García viene construyendo en su Restaurante Alto en Caracas, una cocina más cercana a la calidez de lo saludable y lo justo, patrones armadores de la sustentabilidad de su propuesta inmediata también a nuestra tierra. Bueno es decirlo de una vez, la cocina de Carlos García nos conmovió. Y lo hizo porque su naturalidad y su humildad como ser humano y constructor de sabores se expresa en cada creación, cada plato.

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viernes, junio 24, 2011

VIAJE A LAS REVELACIONES DE UNA CENA EN LA PLANTA BAJA

La gastronomía es un viaje. A veces íntimo: a la memoria, al gusto heredado,
a las regiones que cubre la nacionalidad, o a las cocinas de otros países.
Viaje corto y cercano, o largo diferente, a veces exótico,
que se emprende para gozar y disfrutar, no para sufrir
Alberto Soria



Todo comienza por una de esas afortunadas casualidades que se da desde la bonitura y la cordialidad. Alrededor de unas tazas de café reúno a un grupo de amigos y entre saludos y anécdotas se va cerniendo una conversación a veces diversa, a veces certera, a veces llena de muchas cosas por decir. Quizás sea una de esas ocasiones en las que son tantas las cosas que se quieren expresar que es mejor escuchar a los que están aportando y desvelando. Y esta ocasión, aparenta ser de muchas revelaciones.


Esas conversaciones que solo se dan entre amigos; amigos tejidos en el tiempo, atesorados en la taza de café, sembrados en las páginas de los libros y en los bordes de la copa. Conocedores, asomados, comensales, catadores, baristas, cocineros, arquitectos, gourmand, bon vivants, en fin diletantes todos de la buena mesa. Amigos que la pausa del tiempo aleja y acerca como si el espacio no ocurriera. En torno a un exquisito café cuidado, ofrecido y servido por uno de los amigos, el Master Barista Pietro Carbone, se desarrolla una tertulia que salta del café a los inútiles catadores de agua, de los spirits a los caldos, de los espumantes a la mesa, de los cocineros mediáticos a los restaurantes fashion. De las cartas de precios inflados a las mesas honestas que perviven en el mundo; y así hasta consumir las horas para vincular esta sabrosa conversación con la mesa directamente, que fue a lo que fuimos a Caracas, entre otras cosas.
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domingo, febrero 13, 2011

RESTAURANT DIAGONAL: EL RECTO CAMINO PARA ALARGAR EL VIAJE

Alargamos el viaje como turistas ricos

Rafael Cadenas

Cada vez que visitamos Caracas procuramos la aventura de hurgar en la oferta gastronomica que se inventa y reinventa en cada mesa. Apoyados por las sugerencias de amigos, gourmands, guías, bitácoras y recomendaciones nos avocamos a conseguir en esas mesas “lo que no se nos ha perdido”. Nuestros amigos Arq. Iván Guzmán (siempre atento a la movida gastronomica caraqueña) y Julio Bolívar (el letrado de los manteles) sirven de pilotos a veces avezados; otras, atrevidos forzosos como nuestro paladar.

Luego de un viaje por tierras catalanas y las aguas mediterráneas, precisamente con mi amigo Iván, nos reencontramos en Caracas no solo para repasar la vida, los viajes, los placeres, los sonidos venezolanos sino también lo que se escucha en las mesas caraqueñas.

Fue con el que conocí el Restaurante El Diagonal ubicado dentro del Hotel Caracas Palace, de Altamira. Y nos llevo no solo las experiencias recientemente vividas en las mesas de las Ramblas, del Paseo de Gracia o de la Barceloneta. De el Borne o el barrio Gótico. Nos llevo también su arquitectura interior. Porque si algo se respira en El Diagonal son sus aires de vanguardia catalana, de genuina contemporaneidad europea. Aires de crecimiento y avance. De invención y reinvención, como viene marcando la pauta la gastronomía en Cataluña desde los fogones de Juan Roca, hasta los laboratorios de el Bullí. Desde las Cuines de Santa Catherina hasta las tapas legendarias de los bares alrededor del Mercat Boqueria.

Acá en El Diagonal, nada queda descartado. El diseño grafico es tan solo un anuncio de lo que esta en sus paredes. El vivero utilitario, de vegetación hidromantenida, pared de plantas decorativas y otras especias aromáticas que se usan en la preparación de los platos. Colores atrevidos y genuinos que marcan la tropicalidad de este intento. Resalta en todo el centro del restaurante una mesa barra comunal, diversa y amigable, en la que se puede disfrutar la tertulia, la degustación y la cata.

Acá, Alex Arcases es el chef ejecutivo. Un catalán que se bebió nuestro país y ya no tendrá otra salida que quedarse en esta tierra. Arcases es quien diseño la carta y quien pone la creatividad en cada plato, en cada receta pues la carta promete agregar semana a semana nuevas creaciones. En estas letras reposan grandes hallazgos. La reimaginación inyectada a las tapas que le dan un toque distintivo a esta propuesta. Algunas tapas sirven para compartir y degustar descaradamente los caldos variados y de buen cuidado. Otras tapas que no son para compartir sino para guardar celosamente. Arepitas de morcilla. O una entrada maravillosa de dátiles rellenos de nuez y tocineta crujiente y salsa de queso azul con Oporto. Sencillamente ya es el clásico de El Diagonal. Bombones de queso manchego con caramelo de langosta.

Y como buenos comensales, alargamos la estadía y vamos acompañados de un Chardonay Reserva 2009 Nieto Senetiner de Mendoza aletargando los sorbos para prepararnos a lo que esperamos sea una revelación: Una pierna de cordero cocinada a 72 grados. Tiempo, paciencia y reposo. Pero también nos aventuramos con un cochinillo confitado al vacío en horno por 36 horas. Y un clásico revisitado: arroz negro con alioli y chipirones rebosados. Y efectivamente, El Diagonal fue una revelación.

Valió la pena estirar el viaje hasta acá. No para promocionar las esquivas posibilidades de la fortuna sino para alargar el encuentro en torno a un mesa que merece ser visitada con frecuencia. El Diagonal, es también una manera de estirar los días caraqueños, en su terraza viendo el Ávila o quizás oteando la ciudad allá abajo. Una ciudad atribulada y embravecida que se aturde de locura y resentimiento. Un restaurante donde late el ingenio, la sencillez y la creatividad, una muestra de la avanzada cotidianidad catalana que nos apunta y nos seduce.

Restaurante El Diagonal. Hotel Caracas Palace, frente a la Plaza Altamira. Piso 9. Caracas. Venezuela

Teléfonos: + 58212 771.16.10

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domingo, enero 30, 2011

DECIR CAFÉ ES NOMBRAR EL DÍA

A Pietro Carbone


Recibir el sol y alumbrar las horas que nos esperan. Si despertar se resumiera a un aroma no habría mejor olor que lo identifique que el del café. Sinónimo de comienzo, abrigo y protección. El café incluso simula el lar familiar, el abrazo materno y el primer espaldarazo para conquistar el día.
Quien tiene y sostiene en sus manos una taza de café también sabe abrazar el cuerpo de la mujer amada. El calor de una taza, solo puede ser sustituido por el latir sonoro y reposado del pecho, corral que cerca la estampida de caballos alborozados que residen en la casa-mujer que acompaña.
Cuando crecemos llevamos hincado en el olfato la seña exacta del colado café matutino. Sabor a café, sabor a vida. El café, hermoso avatar de un calendario para estrenar.
Y así va dejando la muestra en los días, las casas, los hoteles, los amores pasados, nuestras escuelas y universidades… El saludo mañanero de todo lo que esta por comenzar.
Este año decidimos comenzarlo por allí, por el café. En torno a una taza y a una increíble maquina de café expreso. Nos acercamos el borde de la taza más con pasión y gusto que con experiencia. Y nos fue entregado el sagrado sabor del café, ya no para degustar o aprender sino para llevarlo en la piel, que es como se llevan las cosas que nos marcan nuestras vidas.
Un barista, tripulante alquimista de los aromas, maneja el rudo crepitar de los vapores de una cafetera. Pero no como aquella maquina infernal que nos describiera el humorista Aníbal Nazoa llena de extraños sonidos, vapores y ruidos que atemorizaba a su alrededor para luego de unos segundos de espera verter un mezquino chorrito oscuro (ahora sabemos que se le llama “cola de ratón”) gorgoteando hacia el fondo de las tazas del portugués de la panadería. Incluso para algunos hacer café es todo un suspenso, algo como hacer una transacción en dólares a oscuras. Pero ahora esta maquina estilizada; es una silenciosa, tecnológica y diseñada pieza de colección que además nos seduce con su impecable performance que nos da, luego de unos precisos detalles cuidados por el Maestro Barista, una deliciosa taza de “café espress
o”.
Con justas indicaciones avanzamos en este taller para abordar el tema del café. Incluyendo los repasos y los detalles, los nuevos conocimientos, granos y consistentes apuntes para el disfrute y degustación del café en taza, mesa y compra, vamos aprendiendo mas de aquello que desde hace muchos años ha sido nuestro. Es como descubrir los propios olores que de nuestros, nunca solemos diferenciar. Es como reconocer un hijo, un libro o descubrir una melodía que ha sonado en nuestras vidas cada amanecer.
Descubrir de la mano del maestro barista (*) Pietro Carbone el universo del café es entrar a un dimensión en la cual avizoramos el principio y el destino de un viaje a un ciudad que conocemos pero aun no sabemos cómo ni cuando. Con una profunda pasión nos ha sido encomendada la tarea de saber y conocer el café venezolano. Saborearlo, escogerlo y exigir. Mas sin embargo, como lo escribió el “bon vivant” Alberto Soria en su cuenta de twitter “de este curso me llevo varias enseñanzas y una desesperanza”. Luego de traernos los aromas del café en las maletas, también nos trajimos el profundo dolor de reconocer que la maravilla del café nos esquiva, en estos tiempos, arrasado por la poca atención a esta importante industria nacional. También nos agenciamos la desesperanza que nos impide pedir nuestro habitual “marroncito” nuevamente al arrullo de las cafeteras ensordecedoras. Nos duele precisamente al constatar el poco cuidado y formación de los baristas, artífices inexcusables del café, cuando apreciamos una bebida recalentada, modificada, quemada o en el mejor de los casos sin la precisa métrica y magia que le inyecta un afectivo amante del grano y sus sabores.
A decir del Prof. Victor Moreno (p) con quien compartimos esta anunciación del barismo, un bautismo a la luz de los sabores conocidos y otros por descubrir, en este curso aprendimos del mago Pietro, amar lo que es amado, saber un poco mas de lo que ya conocemos y abrazar un sabor familiar que permanece en los fogones, las mesas y la historia de nuestras vidas.
Con el maestro barista Pietro Carbone se aprende a saber por qué amamos lo que amamos, a entonar el sublime canto del día, nombrando el café, nombrando la vida.


(*) Para saber mas acerca del café y el arte del barismo sugiero visitar la pagina www.carbonespresso.blogspot.com
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