20+ RECOMENDACIONES IMPERDIBLES MARGARITA 2023

20+ RECOMENDACIONES IMPERDIBLES MARGARITA 2023
20+ RECOMENDACIONES IMPERDIBLES MARGARITA 2023
Mostrando las entradas con la etiqueta fuentidueño. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta fuentidueño. Mostrar todas las entradas

lunes, mayo 25, 2015

VII FERIA DEL PIÑONATE - FUENTIDUEÑO (ISLA DE MARGARITA)

FOTO: MANUEL TUCAN PEREZ
LA ARDUA TRADICIÓN DEL PIÑONATE


José Ramón lleva con parsimonia sus días, frugalidad que se le ha imantado de la aplicada y tenaz faena de piñonatero durante “toda su vida”. Tiempo que en Margarita significa “tiempo de más”, una noción del tiempo que es variada y pausada a la vez. Como el antier y el mañana, adverbios de tiempo que también son volubles y moldeables de acuerdo a las circunstancias. José Ramón “Chiquito” Salazar, como le dan en llamar al más pequeño de la camada familiar, es quien transporta a cuestas esta tradición familiar. Una marca de origen que a las dos familias Salazar que hacen todas las semanas el piñonate, luego de varias generaciones, junto los Villarroel, les es impronta y es herencia. Un fardo con el que cargan históricamente pues son en la actualidad solo dos casas en donde se confecciona el dulce sanjuanero. Ambas familias Salazar, enraizadas en la permanencia de este dulce del que se levantan las banderas de la margariteñidad en la dulcería nacional y con la que también se le endosan cientos de digresiones y variantes.

De la tradición dulcera insular, el piñonate lleva bandera, historia y permanencia. Desde los tiempos de la Colonia, viene elaborándose este dulce a base de lechosa verde, papelón y azúcar, fundamentalmente. Una faena ardua y laboriosa a la que se deben dedicar más de seis intensas horas frente a un fogón de altas temperaturas. Es por ello que desde sus inicios, ha sido una faena realizada por los hombres de la familia durante las horas de la madrugada para de esa manera hacer un poco más llevadera esta tarea netamente artesanal y de tiempos valorativos por Chiquito quien tiene en su paleta la temperatura, el ritmo, la densidad y el punto en el que debe paletearse más o menos, bajar del fuego o extraer el piñonate en tiempo de conserva, de acuerdo a una propia y experimentada sensación no calibrada ni documentada en tiempos ni temperaturas. Una tradición netamente oral y familiar de la que esta cultura piñonatera pervive y se transmite forzosamente entre los miembros de las respectivas familias.
--> Leer más...